Ucrania y varios países del este han acusado al presidente de Rusia, Vladimir Putin, de querer revivir la antigua Unión Soviética, que se desintegró y desapareció del mapa político hace ya más de treinta años, además de mostrar su temor a que Moscú prosiga con su actitud en otras repúblicas que pertenecieron a esa antigua superpotencia.
El ministro ucraniano de Defensa, Oleksii Réznikov, acusó hoy a Rusia de haber dado otro paso para reavivar la Unión Soviética, tras el reconocimiento de las regiones separatistas de Donetsk y Lugansk y el envío de tropas rusas a esos territorios en el este de Ucrania.
En un discurso dirigido al Ejército ucraniano, el titular de Defensa afirmó que Rusia quiere el renacimiento de la URSS «con un nuevo Pacto de Varsovia», el acuerdo militar creado en respuesta a la OTAN, y «un nuevo muro de Berlín.
Por su parte, el ministro polaco de Defensa, Mariusz Blaszczak, pidió este martes «sanciones serias, no simbólicas» contra Moscú, pues según él «sólo así se impedirá la «vuelta del imperio soviético».
En declaraciones a la prensa en Varsovia, el ministro subrayó que unas sanciones poco contundentes contra Rusia «solo conseguirán que el agresor se vuelva más atrevido».
«La reacción a todo lo que sucedió en 2014, es decir, a la agresión de Rusia contra Ucrania, fue demasiado débil, y hoy sufrimos las consecuencias», afirmó.
Blaszczak enfatizó que el presidente ruso, Vladímir Putin, pretende «reconstruir el imperio soviético» y recordó unas declaraciones del entonces presidente polaco Lech Kaczynski, en Georgia en 2008, quien afirmó que a la invasión rusa de Georgia sucederían las de Ucrania, los estados bálticos y Polonia.
La ministra checa de Defensa, Jana Cernochova, también interpretó hoy la decisión del presidente ruso de reconocer la independencia de las regiones ucranianas de Donetsk y Lugansk como un intento de recomponer la extinta Unión Soviética.
«El reconocimiento por Putin de las repúblicas separatistas del Este de Ucrania es un intento de renovar la Unión Soviética en perjuicio de los países libres y soberanos», señaló Cernochova en su cuenta de Twitter.
La política conservadora aseguró que «en ese tablero de ajedrez no está sólo Ucrania, sino también nosotros», en referencia a la antigua Checoslovaquia comunista que, durante cuatro décadas, entre 1948 y 1989, formó parte del bloque del Este controlado por Moscú.
LAS REPÚBLICAS BÁLTICAS APREMIAN A REFORZAR EL FLANCO ESTE DE LA OTAN
Los países bálticos, que fueron ocupadas en la década de 1940 por la Unión Soviética y recuperaron su soberanía con la disolución de esta en 1991, han apremiado a reforzar el flanco este de la OTAN, tras el «ataque a la soberanía y la integridad territorial de Ucrania» derivada del reconocimiento por parte de Rusia de las autoproclamadas repúblicas separatistas del Donbás.
«Rusia ha destrozado los acuerdos de Minsk», afirmó el presidente de Estonia, Alar Karis, a través de un comunicado, mientras la jefa del Gobierno del país, Kaja Kallas, condenaba el «ataque a la integridad territorial» ucraniana.
El presidente de Lituania, Gitanas Nauseda, calificó el reconocimiento por parte de Rusia de «inaceptable violación del derecho internacional».
«Al mundo democrático le puede parecer surrealista a lo que estamos asistiendo, pero de nuestra reacción ante ello dependerá lo que ocurra a las siguientes generaciones», apuntó la jefa del gobierno lituano, Ingrida Simonyte.
Letonia, miembro de la OTAN y de la Unión Europea, como el resto de las repúblicas bálticas, instó al reforzamiento del flanco este de la Alianza Atlántica en un comunicado suscrito por la Presidencia del país, del Parlamento y del gobierno. EFE