Adam Schiff, el legislador demócrata a cargo de la investigación sobre la destitución de Donald Trump, concluyó este jueves una serie de audiencias públicas asegurando que los hechos reprochados al actual presidente de Estados Unidos fueron «mucho más graves» que los cometidos por el exmandatario Richard Nixon en la época del Watergate.
En los últimos ocho días, 12 testigos presentaron ante el Congreso numerosas pruebas contra Trump sin socavar, al menos aparentemente, las murallas levantadas por los legisladores republicanos en torno al mandatario.
Al final de la maratón, Schiff comparó a Trump con Nixon, el único presidente de la historia de Estados Unidos que renunció para evitar ser destituido.
«Lo que estamos viendo aquí es mucho más serio que un robo de tercera clase a la sede del Partido Demócrata», dijo Schiff, presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, en referencia al escándalo del Watergate que llevó a la renuncia de Nixon en 1974.
«De lo que estamos hablando aquí es de la retención del reconocimiento (para el presidente ucraniano Volodimir Zelenksi) en esa reunión de la Casa Blanca, la retención de la ayuda militar a un aliado en guerra», agregó.
«Esto va más allá de cualquier cosa que Nixon haya hecho».
Cuarenta y cinco años después, Trump se ve amenazado por una investigación de juicio político por haberle pedido a Ucrania que investigue al demócrata Joe Biden, quien podría ser su oponente en las elecciones presidenciales de 2020.
Trump niega cualquier presión sobre su par ucraniano y afirma ser víctima de una «caza de brujas» sin precedentes.
«Los demócratas están claramente motivados por un odio insano hacia el presidente Trump y por su furioso deseo» de anular las elecciones de 2016, agregó la Casa Blanca el jueves.
Los diplomáticos, altos funcionarios o asesores que se sucedieron en la Cámara de Representantes resistieron a estos ataques y brindaron detalles que condenaron los actos del presidente.
Primero describieron cómo Trump destituyó a la exembajadora en Kiev Marie Yovanovich sin ningún motivo e impuso en mayo a su abogado personal Rudy Giuliani, desplazando a los diplomáticos encargados del caso ucraniano.
Durante meses el exalcalde de Nueva York multiplicó los contactos en Kiev y las entrevistas de televisión para exigir una investigación sobre Joe Biden y los negocios de su hijo Hunter en Ucrania.
El miércoles, el embajador de Estados Unidos en la Unión Europea, Gordon Sondland, dijo que Trump había planteado a Zelenski que si quería ser recibido en la Casa Blanca debía iniciar investigación públicas sobre Burisma, la empresa de gas para la que trabajaba Hunter Biden.
Sundland, un rico hombre de negocios que contribuye regularmente con las campañas republicanas, dijo que estaba «convencido» de que estaba en juego también una ayuda militar estadounidense a Kiev. Admitió sin embargo que Trump, con quien se contactaba habitualmente, «nunca» le había hablado al respecto «directamente».
Los republicanos se ampararon en esta declaración para denunciar la inexistencia de «pruebas materiales» contra su líder.
– «Ficción rusa» –
Una experta en Rusia que trabajó para la Casa Blanca declaró este jueves que la «ficción» aceptada como verdad por el presidente Donald Trump de que Ucrania interfirió en las elecciones de Estados Unidos en 2016 es en realidad un invento de Moscú creado para generar caos en la política estadounidense.
Fiona Hill, exfuncionaria del Consejo de Seguridad Nacional, dijo ante el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, en el quinto día de audiencias públicas en la investigación de juicio político contra Trump, que la teoría que creen algunos republicanos y el presidente, acerca de que Ucrania -y no Rusia- interfirió en las elecciones, es parte de un esfuerzo de Moscú para «debilitar» a Estados Unidos.
«En el curso de esta investigación, les pediría que por favor no promuevan falsedades con intencionalidad política que de forma tan clara benefician a intereses rusos», pidió.
«Esta esa una narrativa ficticia perpetrada y propagada por los propios servicios de seguridad rusos», aseguró.
No hay otros testigos previstos y es probable que la Cámara de Representantes, controlada por los demócratas, decida rápidamente acusar al presidente.
Pero luego le tocará el turno al Senado, en manos de los republicanos, donde es probable que los intentos de destituir al presidente fracasen.-AFP