El portavoz de la institución castrense, José Coello, informó que se trata de una extracción, traslado y reubicación de miembros de maras, pandillas y cabezas de estructuras criminales independientes que cometen delitos comunes.
«Se han considerado líderes de estructuras criminales, algunos que toman decisiones y que se han involucrado en acciones ilícitas al interior del centro penal», reveló José Coello.
En total son 353 privados de libertad, trasladados y reubicados en tres centros penales: El Pozo, de Ilama, Santa Bárbara; Siria, de El Porvenir y la cárcel de Támara en Francisco Morazán.
Los operativos, que comenzaron en las primeras horas de la madrugada de este martes de forma simultánea en diferentes centros penales bajo estrictas medidas de seguridad, están dirigidos contra los reclusos que obstaculizan la reinserción de otros reos al intimidarlos para que cometan actos ilícitos.
«Muchos de estos grupos o líderes mantienen bajo amenazas a otros privados de libertad, por eso se ha considerado realizar este tipo de operaciones orientadas a reubicar a privados de libertad por su grado de peligrosidad y liderazgo en centros penales», agregó Coello.