Ha pasado ya una semana de la matanza que cobró la vida de 46 privadas de libertad en el centro penitenciario para mujeres (PNFAS) en Támara, Francisco Morazán y hasta el momento no se ha presentado ningún requerimiento fiscal.
Honduras se estremeció ante la mayor tragedia ocurrida en el país en una cárcel de mujeres en la que fallecieron 46 reclusas.
Las autoridades realizaron los levantamientos de 23 cadáveres que presentaban armas de fuego y 23 calcinados.
Para cometer la matanza se usaron revólveres automáticos, rifles e incluso granadas. También armas blancas y objetos contusos.
Las autoridades señalaron que tenían 12 mujeres identificadas, todas miembros de la Pandilla 18.
Sin embargo, una semana después de la matanza no se ha presentado ningún requerimiento fiscal por el abominable hecho violento.
En la morgue capitalina aún se encuentran por identificar 20 cuerpos para ser entregados a sus familiares, las autopsias se llevan a cabo a través de los métodos científicos de odontograma y ADN