Las quejas de los empresarios por restricciones a las importaciones no pierden vigencia en el país.
El debate no es nuevo. El gobierno viene aplicando desde hace tiempo una política de comercio exterior administrada que se han endurecido con disposiciones de la administración tributaria y ya desaparecida Dirección Ejecutiva de Ingresos (DEI), a lo que muchos califican como nuevas trabas, aunque reconocen que la defraudación fiscal los ha orillado a eso incluyendo el contrabando y la subvaluación de mercancías, explicaron las autoridades fiscales.
Pero empresarios que importan materia prima para exportar productos terminados afirman que aun siendo productos sensitivos “le dan largas” los agentes aduaneros. Es decir, que piden pruebas de laboratorio, inspecciones más amplias, procesos que pueden tardar hasta uno o dos meses.
Lo anterior, hace que se encarezca el valor final de los productos que se comercializan en el país, ya que se debe pagar por sobreestadía y almacenaje esto “por culpa de la voluntad de un funcionario”, explicó Harold Guerrero, empresario del sector textil.
“Adicional a esos pagos, le han querido imponer garantías bancarias, como si fueran cosas suntuarias, pero es material necesario para poner a funcionar su negocio. Estas garantías las devuelven hasta un año después y sin cometer ninguna falta”, detalló.
En parte, dice Guerrero, muchas acciones se realizan con el fin de aumentar la recaudación por medio de multas y recargos.
Entre otras trabas, figura la nacionalización de productos que son comprados en zonas libres dentro del país. “Por ejemplo, el producto sale de una sola aduana y tiene que ir a la aduana La Mesa donde está un comisión interventora, entonces el proceso de desaduanaje es en dos aduanas en lugar de una” explicó.
Este trámite retrasa el proceso de importación casi una semana, demostrando que no es cierto que hay tantas ventajas en el país. “Esto afecta negativamente y debemos absorber los gastos adicionales porque tampoco los clientes van a aceptar tantos incrementos”, manifestó Guerrero.
Lo que está sucediendo en las aduanas es revelador aseguran inversionistas, porque no es posible que les estén cambiando las reglas del juego.
Costos siguen incrementándose
En 2015, se elevó en más de 30% el costo promedio de las importaciones de mercancías por la lentitud en los procesos de inspección que se realizan en las más de 22 aduanas entre terrestres, marítimas y aéreas del país, explican las autoridades de la Federación Nacional de Agentes
Aduaneros de Honduras (Fenaduanah). Las empresas pagan por sobreestadía entre $90 y $100 por cada contenedor.
Algunos economistas estiman que a raíz de esta situación, muchas pequeñas y medianas empresas pueden clausurar sus operaciones.
Aseguran que muchos empresarios hasta han tenido que utilizar su tarjeta de crédito para endeudarse y seguir operando porque muy buena parte de los recursos que ocupaban para continuar operando en el corto plazo están depositados en las garantías que solicitan la anterior DEI.
La exgerente general de la DEI y ahora comisionada presidencial de transición, Angela Madrid, explicó que “lo que sucede es se están tomando medidas para que los importadores paguen lo que corresponde, también para evitar el contrabando”.
En muchos casos, traen un producto y declaran que traen otro de menor valor u de otro tipo, algunos como armas y joyas de oro, ya que el arancel es más alto.
Agregó que la mayoría de evasores que han sido identificados se han ido a descargar sus mercancías en Aduanas de Trujillo, La Ceiba y La Mesa, con el fin de evadir los controles en Aduana Toncontín.
“No hemos subido los impuestos, lo que pasa es que algunos de los importadores estaban acostumbrados a procesos de revisión expedita y ahora se les están haciendo ajustes reales”, recalcó Madrid.
Antes de que Miriam Guzmán dirigiera la DEI, según un informe oficial de aforo, el tiempo para revisar una carga era de 30 minutos, sin embargo, actualmente, según datos de la entidad fiscal, el tiempo de despacho es de tres días imputables a esa oficina estatal.
Mientras que los ajustes que se aplicaban por subvaluación de mercancías rondaban los L.20 mil a L 30 mil, ahora van desde los L. 250 mil hasta L.1 millón.
Las desventajas
Para Salvador Melgar, ex viceministro de economía, Honduras siempre va en desventaja respecto a los países de la región Centroamericana debido a “medidas de carácter fiscal derivadas de actitudes de autoridades que no están viendo el entorno, sino solo hacia lo interno”, recalcó Melgar.
También otra de las desventajas, es la fuerte devaluación del lempira frente al dólar, tomando en cuenta que todo producto de importación se paga en dólares. “Esto puede dejar resultados que van en contra de lo que pudiera ser el fortalecimiento de la competitividad de las empresas”, agregó.
Melgar consideró que se están dando pasos para avanzar en mejorar el clima de negocios, a través de la creación de un nuevo código tributario. Sin embargo, dijo que no es suficiente, porque las quejas son más por malos procedimientos que realizan los servidores públicos dentro la administración tributaria.
Cabe recordar que las trabas van en contra de los Tratados de Libre de Comercio (TLC) que suscriben los países. En Honduras existe una ventanilla única para los exportadores, no así para los importadores ya que se considera que es un trámite “más fácil”.
¿Cuánto importamos?
Las cifras del Banco Central de Honduras indican que las importaciones realizadas por Honduras en el último año totalizaron la desmesurada cifra de $ 9,424 millones cantidad que equivale a unos L. 207,300 millones.
Solo entre 2014 y 2015 las importaciones se incrementaron en más de $100 millones. Lo anterior indica claramente que la cifra pasó de $9,300 a más de $9,400 millones.
El mercado hondureño es deficitario en rubros donde antes fue líder – como es el caso de los granos básicos- en el cual la nación presenta un déficit en su producción que está bien marcado.
Sectores productivos han hecho un balance y dan a conocer que son pocos los rubros que se satisfacen con producción nacional sin recurrir a importación y que puede cubrir la demanda, entre estos destacan la carne de pollo y lácteos.