Centenares de trabajadores de Honduras participaron este sábado en una marcha con motivo del Día Internacional del Trabajo, en la que exigieron al Gobierno que impulse la «vacunación masiva» contra la covid-19 y otras medidas para atenuar las crisis causada por la pandemia.
Organizada por las principales organizaciones sindicales del país, la manifestación recorrió varias ciudades del país centroamericano entre consignas como «el pueblo unido jamás será vencido» o «educación de calidad» y otros mensajes que se podían leer en un gran número de carteles que portaban los participantes, todos con cubrebocas.
«Estamos exigiendo vacunas para todos los hondureños lo más pronto posible, porque es un derecho humano la no privatización de los servicios públicos», dijo a periodistas el secretario general de la Federación Independiente de Trabajadores de Honduras (FITH), José Luis Baquedano.
Señaló que el Gobierno «ha sido incapaz de manejar esta pandemia y eso le ha costado la vida a muchos trabajadores y le va a seguir costando la vida a muchos más”.
En Tegucigalpa, los trabajadores, algunos vestidos con traje blanco de bioseguridad por el coronavirus, que ha dejado en el país centroamericano más de 212.000 personas contagiadas y 5.281 muertes, reclaman una Ley Agraria integral, la derogación de la Ley de Empleo por hora y la de Secretos Oficiales y Desclasificación de la Información Pública, añadió.
Ante el aumento de casos de covid-19, las centrales obreras exigen dotar a los «héroes reales de esta pandemia, los trabajadores de salud, de los insumos y equipos necesarios para afrontar la difícil tarea de proteger la vida, curar al enfermo».
ALTO A LA CORRUPCIÓN
La clase trabajadora pidió además al Gobierno frenar «la monstruosa corrupción e impunidad y cárcel para los corruptos que se roban el futuro de Honduras», indicó Baquedano.
También solicitan la derogación de una «Tasa de seguridad» a través de la cual los hondureños han venido pagando al Estado millones de lempiras, y el fin de la violencia y acoso laboral.
Las autoridades deben «atacar los feminicidios» y garantizar una «jubilación digna» para los trabajadores de Honduras, país donde el coronavirus ha destruido más de 500.000 empleos y ha causado el cierre de decenas de empresas, según la empresa privada.
Las organizaciones magisteriales advirtieron que sus miembros no volverán a las aulas hasta que cada uno de ellos sean vacunas contra la covid-19, además de asegurarse de que los centros educativos cumplan con el protocolo sanitario.
MEJORES INGRESOS
El dirigente de la Central General de Trabajadores (CGT), Daniel Durón, destacó la importancia de mejorar los ingresos en medio de la crisis sanitaria causada por el coronavirus y los severos daños que dejaron las tormentas tropicales Eta e Iota, en noviembre pasado.
«Con la pandemia y los huracanes ni siquiera se puede consumir lo mínimo. En Tegucigalpa y San Pedro Sula, que son ciudades comerciales, se ha perdido el 60 % de poder adquisitivo de las personas”, subrayó Durón.
Según un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), la pobreza en el país subió al 70 % el año pasado, con un aumento de 10,7 puntos porcentuales con respecto al 59,3 % de 2019, impulsada por la pandemia y las tormentas tropicales.
Un 53,4 % de los hogares hondureños vive en extrema pobreza, un alza de 16,7 puntos con relación a 2019 (36,7 %), señala la universidad estatal, que destacó la importancia de prestar «especial atención» al deterioro en las condiciones de vida de la población.
La movilización estuvo vigilada por un fuerte dispositivo policial y representantes del estatal Comisionado Nacional de Derechos Humanos de Honduras (CONADEH).-EFE