En un fallo que ha sacudido las estructuras políticas de Honduras, el expresidente Juan Orlando Hernández ha sido condenado a 45 años de prisión por narcotráfico, según lo dictaminado por una corte en Nueva York este miércoles. Expertos señalan que la sentencia, que no contempló cadena perpetua como se anticipaba, abre la posibilidad de una reducción de pena si Hernández decide colaborar con las autoridades estadounidenses.
El veredicto se basó en testimonios que no solo implicaron a Hernández, sino que también mencionaron a individuos cercanos a la actual presidenta de Honduras, Xiomara Castro, durante el proceso judicial. Este hecho ha desencadenado preocupaciones significativas dentro del gobierno y entre la familia presidencial, dado que los mismos testimonios que incriminaron a Hernández podrían tener repercusiones legales adicionales.
«Ahora se espera la caída de un castillo de naipes», comentan analistas, señalando que la validez de estos testimonios podría resultar en más extradiciones y acciones legales contra figuras cercanas al gobierno de la república.