Murió Mario Terán, el militar boliviano que fusiló al “Che” Guevara
Mario Terán, un sargento boliviano que se volvió conocido por haber ejecutado al mítico guerrillero argentino Ernesto «Che» Guevara en octubre de 1967, murió el jueves a los 80 años tras una larga enfermedad, informaron allegados al militar.
«Estaba desahuciado y acompañamos sus últimas horas. Tuvimos una buena relación, era un oficial responsable que cumplió una orden superior, pero vivió con un perfil bajo», dijo el general retirado Gary Prado, quien comandó el pelotón que capturó con vida a Guevara en la selva del sudeste boliviano tras nueve meses de acciones guerrilleras.
«Él simplemente cumplió con su deber como suboficial del ejército», dijo Prado a radio Compañera.
Prado es uno de los pocos sobrevivientes de aquella lucha contra la guerrilla que duró nueve meses, pero marcó la historia de este país y del continente y encumbró a Guevara.
Terán contó años después de la ejecución a periodistas los momentos previos al fusilamiento: «Fue el peor momento de mi vida. Vi al ‘Che’ grande, muy grande, enorme. Sus ojos brillaban intensamente. Sentía que se echaba encima y cuando me miró fijamente, me dio un mareo. Pensé que con un movimiento rápido el ‘Che’ podría quitarme el arma. `¡Póngase sereno -me dijo- y apunte bien! ¡Va a matar a un hombre!’ Entonces di un paso atrás, hacia el umbral de la puerta, cerré los ojos y disparé».
Terán falleció en la región oriental de Santa Cruz, donde será velado. Le sobreviven su esposa y dos hijos.
La muerte del «Che»
Cuando Ernesto «Che» Guevara llegó a Bolivia en noviembre de 1966, llevaba en su mochila el fracaso en su intento de instalar un foco revolucionario en Congo. Tras jugar un rol crucial en la Revolución Cubana de 1959,
el guerrillero argentino estaba decidido a exportar al mundo su internacionalismo insurgente.
El país elegido como destino para esa nueva excursión fue Bolivia. Allí, el «Che» buscaba establecer una base de entrenamiento y desarrollo de la guerrilla para encarar el objetivo final: Argentina.
Poniendo en práctica sus ideas «foquistas», Guevara estableció su primer campamento dentro de territorio boliviano en el poblado de Ñancahuazú. La estrategia era iniciar desde allí la acción hacia el norte argentino.
El foco guerrillero tuvo graves problemas para establecer un contacto con el Partido Comunista Boliviano, liderado por Mario Monje. Y esos problemas se agravaron cuando en marzo de 1967 el ejército boliviano descubrió la base del grupo insurgente en Ñancahuazú, asesorado por enviados militares de Estados Unidos.
Tras el asedio inicial, el «Che» decidió la retirada y meses después, en octubre de 1967, Guevara y su tropa estaban en una situación crítica.