Mientras en Honduras se registran mas de 4 mil casos de Coronavirus y se cuantifican arriba de un centenar de muertos . El poder Judicial de este país Centroamericano discurre perdiendo su tiempo por la falta de una seria agenda para atender asuntos inherentes a sus responsabilidades.
La Corte Suprema de Justicia que preside un cuestionado Rolando Argueta, se ha desconectado totalmente de sus responsabilidades cediendo su independencia al Poder Ejecutivo el que desde sus oficinas controlo todo incluyendo al propio Argueta.
La Corte Suprema ha sido nada eficiente en las desiciones de su incumbencia.
En Honduras se promulgo una Ley para obligar a sus ciudadanos a portar una mascarilla so pena de multas y cárcel para quienes desatiendan la ley y el Poder Judicial no ha dicho nada. Actualmente en Honduras se debate agriamente sobre la entrada en vigencia de un nuevo Código Penal y Argueta? » Muy bien Gracias».
Los grandes delincuentes hondureños, así como los miembros del crimen organizado prefieren entregarse a la justicia Norteamericana en vez de acudir a la justicia hondureña.
El Poder Judicial de Honduras ha entrado a un estado casi catatónico y para tratar de justificar su salario el titular del Poder Judicial ha mandado a fumigar los edificios y a puesto a cantar a todos sus empleados en concierto vía Zoom.
En los pasillos de la «Litis» hondureña hacen la broma diciendo que: El Presidente de la Corte Rolando Argueta puso a cantar a sus empleados porque en la corte de Nueva York algunos hondureños están » Cantando» también.
El termino cantar es conocido en Honduras como una expresión de delatar a implicados en crímenes por parte de ciudadanos hondureños que acordaron someterse a la justicia de los Estados Unidos.