El comandante de la Policía Militar del Orden Público (PMOP), Ramiro Muñoz, destacó que el caso más sorprendente ocurrió en la Penitenciaría Nacional Femenina de Adaptación Social (PNFAS), donde hay mujeres privadas de libertad junto a sus hijos menores de edad.
«Una madre introdujo droga en el cuerpo de un niño pequeño. El niño comenzó a tener fiebre y tuvimos que llevarlo al hospital, ya que la madre había escondido la droga en los genitales del niño», relató el oficial.
El comandante enfatizó que estos casos, incluyendo otros similares, son difíciles de creer y comprender. Hasta el momento, se han encontrado al menos 30 reclusos en prisiones masculinas con granadas en sus cuerpos.
«Es difícil entender cómo un solo recluso puede tener una granada de mano, cargadores de teléfonos e incluso teléfonos celulares escondidos en sus genitales. Es una realidad», concluyó el comandante.