Este lunes 31 de marzo, un mensaje claro de protesta apareció en el bulevar Fuerzas Armadas, cerca del Colegio de Médicos de Tegucigalpa. La frase «Libre no quiere declaratoria del CNE. Fuera el Familión», pintada sobre el pavimento, se convirtió en un símbolo de la creciente desconfianza de un sector de la población hacia el gobierno de Xiomara Castro y su partido, Libertad y Refundación (Libre).
El mensaje refleja el rechazo a lo que algunos consideran una crisis electoral, debido a la falta de claridad y la posible demora por parte del Consejo Nacional Electoral (CNE) en la oficialización de los resultados de las elecciones primarias del 9 de marzo pasado. Los opositores aseguran que el partido Libre estaría obstaculizando este proceso, lo que ha generado frustración y desconfianza entre los ciudadanos.
Los manifestantes exigen que el CNE cumpla con el calendario establecido y declare oficialmente los resultados el próximo 8 de abril. Este reclamo, sin embargo, no se limita únicamente al proceso electoral. También se dirige al gobierno de Libre, específicamente a lo que los opositores llaman “el familión”, aludiendo a la presencia de varios familiares de la presidenta Xiomara Castro ocupando cargos públicos, lo que según sus críticos, favorece a su círculo cercano en detrimento de la equidad y la transparencia en el manejo de los recursos del Estado.
La protesta no es solo una llamada de atención sobre la demora en la declaratoria de resultados, sino también una manifestación de la preocupación por lo que se percibe como un obstáculo a la transparencia y la integridad del sistema democrático. Los ciudadanos exigen que el CNE respete la voluntad popular expresada en las urnas y entregue los resultados de las primarias sin más retrasos.
Con este tipo de expresiones en las calles, el descontento por la falta de claridad en el proceso electoral se intensifica, y los mensajes de protesta se convierten en un reflejo visible de la inquietud social sobre el rumbo del país.