Miembros del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras, COPINH, protestaron en las cercanías de Casa de Gobierno exigiendo que se den a conocer los nombres de los autores intelectuales del asesinato de la líder indígena, Berta Cáceres y la presencia de una comisión independiente que investigue el crimen mediante la CIDH.
El coordinador del Copinh, Tomas Gómez, responsabiliza a la empresa DESA de estar vinculada en el nefasto hecho perpetrado contra Berta Cáceres.
Un contingente de antimotines y policías del Comando de Operaciones Especiales Cobra golpearon a los manifestantes hasta que se les desalojó de manera violenta.
La protesta fue disuelta después que los miembros del Copinh fueron rociados con bombas lacrimógenas y una tanqueta de chorros de agua a presión. Algunos de los copines fueron perseguidos por las calles cercanas y se reportó que por lo menos seis de ellos fueron detenidos.