La juez Silvia de León, titular del Juzgado Sexto del Ramo Penal, dictó este miércoles prisión preventiva para José Manuel Morales, de 23años, hijo del presidente de Guatemala, Jimmy Morales, y para el hermano del mandatario, Sammy Morales, de 49, por el delito de fraude, aunque rechazó, “por no existir indicios racionales”, el delito de lavado de dinero que la Fiscalía imputaba a Sammy Morales.
Según la Fiscalía, el hijo del mandatario presentó una factura del restaurante Fulanos y menganos, librada a nombre del Registro de la Propiedad, por un monto de 90.000 quetzales (unos 16.000 dólares) para un desayuno institucional de 564 personas que nunca se sirvió. Samuel Sammy Morales solicitó —según la acusación— la factura al propietario del establecimiento, muy ligado al presidente y al partido de Gobierno, como un favor a su sobrino. A ambos se les imputa el delito de fraude, al utilizar el sistema bancario para movilizar los fondos.
El escándalo corresponde al llamado Botín Registro de la Propiedad, uno de los principales expolios de la gestión del expresidente Otto Pérez Molina y su vicepresidenta, Roxana Baldetti, y por el que están en prisión 22 personas, entre ellas la extitular de la dependencia, Anabella de León. La investigación condujo primero al descubrimiento de las llamadas plazas fantasma (sueldos a empleados inexistentes durante la Administración anterior) que costaban al presupuesto de la institución más de tres millones de quetzales al mes (unos 536.000 dólares) y posteriormente sacó a luz el caso del desayuno.
La fiscal general, Thelma Aldana, y el jefe de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig, patrocinada por la ONU), Iván Velázquez, informaron en rueda de prensa de las irregularidades que permitieron la estafa. Con documentos en mano detallaron cómo José Manuel Morales habría conseguido junto a su tío que el restaurante implicado cobrara dos facturas por sendos eventos jamás celebrados y que permitieron a particulares ligados al partido de Gobierno apropiarse de 269.933 quetzales (unos 48.200 dólares).
“El imperio de la ley debe prevalecer sobre todas las cosas”, escribió este miércoles Jimmy Morales en Twitter. El vicepresidente, Jafeth Cabrera, dijo que el Ejecutivo seguirá normalmente con su agenda de trabajo y que habrá que esperar a que los tribunales se pronuncien sobre la culpabilidad o la inocencia del hermano y el hijo del mandatario. El escándalo amenaza con convertirse en un golpe demoledor del que difícilmente se levantará el mandatario, cuyo lema de campaña a la presidencia fue, precisamente, “ni corrupto, ni ladrón”.
Tomado de internacional.elpais.com