El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, presumió este martes de enfrentar la crisis económica provocada por la pandemia con una fórmula «única en el mundo», en la que «primero se rescata al pueblo».
«Ahora todos los apoyos y créditos se entregan de manera directa para reactivar la economía de abajo hacia arriba, no se da prioridad a las grandes empresas y bancos. Ahora, por el bien de todos, primero se rescata al pueblo», dijo el mandatario izquierdista en su informe anual de gobierno.
Afirmó que siete de cada 10 familias mexicanas están recibiendo algún tipo de ayuda económica estatal y que 100% de las comunidades indígenas y de zonas rurales pobres se benefician de al menos un programa social.
«Nos han reprochado que no emprendimos un rescate económico elitista para atenuar los efectos de la pandemia, pero es un timbre de orgullo poder decir que ayudamos, por medio de los programas sociales, a 23 millones de familias», añadió López Obrador en su discurso desde el palacio presidencial.
Desde el inicio de la epidemia de covid-19, el gobierno mexicano se resistió a aplicar las llamadas políticas contracíclicas o recurrir al endeudamiento para atenuar la peor crisis económica en la historia del país.
López Obrador tacha esas medidas de «neoliberales» y dice que solo benefician a los sectores más pudientes.
«Hemos enfrentado la pandemia y vamos a salir de la crisis económica sin contratar deuda adicional y sin destinar dinero público a rescates (…) inmorales, es decir, a quienes no necesitan ser rescatados», argumentó.
En contraste, López Obrador, elegido por seis años hasta 2024, dispuso la aplicación de severas medidas de ahorro y austeridad en salarios de funcionarios y gastos del gobierno, aumentando así el alcance de los programas sociales.
También mantuvo en marcha sus obras de infraestructura emblemáticas, como una refinería y un tren de pasajeros en el sureste de México y un nuevo aeropuerto para la capital.
Analistas y opositores coinciden en que estas decisiones han sido erradas y explican el grave deterioro de la economía mexicana, la segunda mayor de América Latina después de Brasil, cuyo PIB se contrajo un 18,9% anual en el segundo trimestre del año, la mayor caída desde que existe registro.
Pese a ello, López Obrador aseguró que la debacle económica ha sido menor que en países como España, Francia o Reino Unido y que «ya estamos empezando a crecer».
«Pronostiqué que la crisis económica provocada por la pandemia sería transitoria, dije que será como una V, que caeríamos pero que saldríamos pronto, afortunadamente así está sucediendo», dijo.
El PIB de México podría caer hasta 12,8% en 2020, según el más reciente pronóstico de Banco de México (central).