La directora para Centroamérica de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), Ana María Méndez Dardón, expresó este miércoles su creciente preocupación por la situación política y social de Honduras, haciendo énfasis en la falta de un verdadero Estado de derecho en el país. Según la funcionaria, la corrupción endémica, la impunidad y la debilidad institucional afectan gravemente la estabilidad de la nación.
Méndez Dardón subrayó que en Honduras no se puede hablar de un Estado de derecho real, debido a la falta de independencia judicial y los altos índices de impunidad. Desde Washington, la situación de Honduras es vista con gran preocupación, ya que la crisis socioeconómica, caracterizada por elevados niveles de pobreza y una migración masiva, agrava aún más la percepción internacional de inestabilidad.
La directora también mencionó que el país tuvo dos momentos clave para fortalecer su institucionalidad: la elección de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y la elección del Fiscal General. Sin embargo, ambos procesos estuvieron marcados por influencias políticas, lo que comprometió la independencia de estos órganos fundamentales para el buen funcionamiento del Estado.
En este contexto, Méndez Dardón destacó la importancia de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Honduras (CICIH) como una herramienta crucial para combatir la corrupción dentro del Estado. Según la funcionaria, la CICIH debe ser un ente técnico, imparcial e independiente, capaz de desarticular las redes de corrupción que han permeado las instituciones. La exoneración de altos funcionarios mediante leyes de amnistía, que aún protegen a ciertos actores, ha ralentizado su implementación. «Si estas leyes persisten, la CICIH no podrá tener garantías para actuar», advirtió, haciendo un llamado urgente a reformas legales que permitan un funcionamiento efectivo de la comisión.
A pesar de que la creación de la CICIH fue una promesa central del gobierno de la presidenta Xiomara Castro, su implementación ha avanzado de manera lenta, lo que representa un desafío significativo para el gobierno en términos de recuperación de la confianza interna y de la comunidad internacional. La directora de WOLA enfatizó que, sin un avance real en esta área, Honduras enfrentará grandes obstáculos para reconstruir su institucionalidad y fortalecer su posición ante la comunidad global.
Por otro lado, la directora de WOLA también abordó la incertidumbre que rodea las próximas elecciones generales de 2025, subrayando que el proceso electoral se desarrollará en un contexto marcado por la inestabilidad política. Sin embargo, reconoció algunos avances en áreas como la cooperación con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la implementación de sentencias internacionales. A pesar de estos avances, Méndez Dardón expresó su preocupación por cómo un posible cambio de administración en los Estados Unidos podría afectar la relación bilateral con Honduras.
Finalmente, hizo un llamado a la ciudadanía hondureña para exigir avances concretos en la lucha contra la corrupción, subrayando que la lucha no debe depender únicamente de mecanismos externos. «La voluntad política es fundamental para que la CICIH sea efectiva», concluyó.