La líder de la cámara de representantes del congreso de Estados Unidos, la demócrata Nancy Pelosi, llegó el jueves a Guatemala encabezando una comitiva bipartidista de congresistas de su país que buscan conocer la situación local sobre derechos humanos, corrupción y migración, entre otros.
La comitiva llega una semana después de que el Director Interino del Departamento de Seguridad Interior estadounidense, Kevin McAleenan, estuviera en la nación centroamericana informando los alcances y obligaciones del acuerdo de tercer país seguro que convertiría a Guatemala en un lugar de recepción de migrantes que buscan asilo en Estados Unidos, pero tendrían que esperar en suelo guatemalteco que se resuelvan sus solicitudes.
Pelosi viajará al Triángulo Norte –Guatemala, Honduras y El Salvador– y luego visitará un albergue en la frontera sur de Estados Unidos, en McAllen, Texas.
Un boletín de prensa emitido por la oficina de Pelosi dijo que “esperamos fortalecer nuestra asociación para mejorar la seguridad y la estabilidad regional”. Agregó que sus prioridades son crear mayores oportunidades económicas, combatir la corrupción y promover los derechos humanos “para que sea más seguro que las personas prosperen en su comunidades”.
En Guatemala se reunirá con activistas de derechos humanos, empresarios, analistas políticos, líderes de grupos religiosos, jueces y oficiales de gobierno
La agenda de Pelosi se ha mantenido bajo reserva, pero The Associated Press habló con uno de los invitados a reunirse con la comitiva, el ex vicepresidente Eduardo Stein.
“Llegan visitas del más alto nivel que no se pueden desligar en la valoración de su presencia en Guatemala por una parte, ni de la dinámica electoral estadounidense donde Donald Trump busca reelegirse”, dijo el político.
Stein dijo que la visita de los congresistas es muy importante en varios aspectos, entre ellos, la contención de la migración irregular. “Estamos demasiado cerca y representamos para la institucionalidad de seguridad de Estados Unidos una zona crítica”.
Centroamérica parece ser el nuevo campo de batalla política estadounidense luego de que el gobierno guatemalteco firmará el acuerdo de tercer país seguro con el gobierno de Donald Trump, algo que aún no es efectivo y que enfrenta batalles legales, pero que significaría una importante ganancia política para el mandatario estadounidense.
El rechazo a nivel nacional e internacional del acuerdo ha sido generalizado debido a las precariedades que el país centroamericano tiene frente a la posibilidad de recibir miles de migrantes centroamericanos y de otras regiones para que esperen respuesta estadounidense de sus solicitudes de asilo.-AP