El Parlamento de Venezuela, de mayoría opositora, declaró «la ruptura del orden democrático» en ese país, tras un tenso debate que buscaba analizar las medidas que tomaría este poder del Estado luego de que el referendo revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro se suspendiera.
La Asamblea Nacional acordó «declarar la ruptura de orden constitucional y la existencia de un golpe de Estado cometido por el régimen de Nicolás Maduro», por lo que emprenderá acciones internacionales y de presión popular, subrayó la resolución votada en el hemiciclo.
Además, la representación nacional venezolana se declaró en rebeldía en tanto no se restituya el orden constitucional en ese país y aprobó un proyecto de ley para restablecer el hilo democrático.
El Parlamento anunció además que se impulsará el inicio de un juicio político contra el presidente Maduro la semana próxima, además de un debate sobre la presunta doble nacionalidad del mandatario.
Asimismo, el proyecto de ley comprende denunciar ante la Corte Penal Internacional a las rectoras del Consejo Nacional Electoral y a los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia por supuestamente haber favorecido al gobierno.
Además anunciaron la destitución de tres rectoras del CNE y de algunos magistrados que habrían violado la Constitución.
— Irrupción de chavistas —
Gritando consignas contra el Parlamento, seguidores del gobierno invadieron los jardines de la sede parlamentaria y entraron a la fuerza al hemiciclo, donde el diputado Enrique Márquez hablaba sobre la necesidad de «restablecer la democracia».
Tras unos 45 minutos de confusión, retornó la calma con la salida de los chavistas del edificio.
El presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, reanudó el debate, que podría abordar la apertura de un «juicio político» contra Maduro, a quien responsabilizan de la «ruptura» de la democracia. Hasta ahora, el tema no ha sido abordado.
«El pueblo tiene derecho a la rebelión (…) En Venezuela se ha dado un golpe de Estado continuado, que tuvo su culminación al robarle el voto del referendo. Venimos a oficializar la lamentable y dolorosa ruptura de la Constitución», dijo el jefe de la bancada opositora, Julio Borges.
Uno tras uno los diputados opositores han pedido acciones contra lo que tildaron de «dictadura».
«A Venezuela le llegó la hora del cambio, de la rebelión popular, de irnos todos a la calle hasta que se restituya la democracia y la libertad», dijo por su parte el diputado opositor Freddy Guevara.
Los legisladores oficialistas acusaron a los opositores de buscar dar un golpe de Estado, e insistieron en la necesidad de un diálogo.
«No traten de aprovechar coyunturas difíciles para acabar con la patria», dijo el diputado oficialista Earle Herrera.
Sin resoluciones aún, los legisladores han mencionado lo que llaman un «abandono del cargo» por parte de Maduro, de gira por Medio Oriente, y el álgido tema de la supuesta doble nacionalidad, venezolana y colombiana, del presidente, que lo inhabilitaría para ejercer el cargo.
Simultáneamente, desde Arabia Saudita, Maduro hizo un enlace a través de la televisión oficial: «Estoy en esta gira, pero no pierdo ni un segundo la atención a mis responsabilidades constitucionales al frente del Estado y del gobierno», aseguró.
A la vez, el jefe de la bancada del oficialismo, Héctor Rodríguez, llevó un mensaje del mandatario: «Diles que les doy un saludo y un abrazo, y que los espero en la mesa de diálogo a todas y a todos», refirió.
Los legisladores han discutido también sobre el reemplazo de las autoridades del Consejo Nacional Electoral (CNE) y del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), a los que la oposición acusa de ser aliados del gobierno y a quienes amenazaron con denunciar ante la «justicia penal» internacional por «violación» a los derechos humanos.
— Tensión al tope —
La suspensión del referendo aumentó aún más la tensión política en el país petrolero, que además enfrenta una profunda crisis económica, con severa escasez de alimentos y medicinas, y una inflación que el FMI calcula en 475% para 2016.
La Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que arrasó en los comicios legislativos de diciembre pasado y controla el Parlamento por primera vez en 17 años de hegemonía chavista, asegura que la solución a la crisis es la salida del poder de Maduro, con una impopularidad del 76,5% según la firma Datanálisis.
La MUD convocó la sesión parlamentaria y a una protesta nacional el próximo miércoles, después de que el CNE postergara hasta nuevo aviso la recolección de cuatro millones de firmas necesarias (20% del padrón de votantes), último paso antes de la consulta.
El CNE paralizó el proceso argumentando que acataba fallos judiciales que anularon por supuesto fraude un primer recaudo de firmas en cinco Estados, en el inicio del proceso.
Como parte de la respuesta de la MUD, cientos de mujeres marcharon el sábado por estratégicas vías de Caracas, encabezadas por Lilian Tintori, esposa del opositor Leopoldo López, en prisión desde 2014.
Los oficialistas han amenazado con promover el levantamiento de la inmunidad parlamentaria y la ilegalización de la MUD como agrupación política.
— Preocupación internacional —
En la sesión, Luis Florido, encargado de política exterior de la Asamblea, anunció que dirigentes de la MUD viajarán a Washington para pedir a la Organización de Estados Americanos (OEA) que aplique la Carta Democrática Interamericana a Venezuela, que prevé sanciones en casos de ruptura del hilo democrático.
El sábado, doce países de la OEA, entre estos Argentina, Brasil, Uruguay, Colombia, México, Chile y Costa Rica, expresaron «preocupación» e instaron al gobierno de Maduro a hallar vías de diálogo.