Padres de familia de varios centros educativos en el departamento de Olancho y Tegucigalpa llevaron a cabo una nueva jornada de protestas exigiendo el envío urgente de docentes para sus hijos. La crisis educativa se intensificó desde el inicio del año escolar en febrero, con tomas diarias de centros educativos debido a la escasez de maestros, una situación que afectó a cientos de estudiantes en diferentes regiones del país.
A esa fecha, se habían cumplido 89 días de clases, y la problemática seguía sin resolverse. Los padres aseguraron que la falta de docentes estaba dejando a niños, niñas y adolescentes sin acceso a una educación de calidad, comprometiendo su desarrollo académico.
En Catacamas, Olancho, padres de familia del Centro de Educación Básica Juan Pablo Suazo acudieron a la Dirección Departamental de Educación para exigir la contratación de dos nuevos maestros. Los manifestantes informaron que, en ese momento, solo un docente estaba a cargo de toda la institución, lo que dificultaba la enseñanza y atención adecuada a los estudiantes.
De manera similar, en Tegucigalpa, los padres del kínder Municipal Paula Zepeda de Acosta, ubicado en la colonia La Travesía, tomaron las instalaciones para demandar que se enviaran docentes al centro educativo, ya que la falta de personal afectaba el aprendizaje de sus hijos.
Los manifestantes afirmaron que continuarían con las protestas hasta recibir una respuesta favorable de las autoridades educativas. Recalcaron que los principales perjudicados por la falta de docentes eran sus hijos, quienes se veían privados de su derecho a una educación adecuada.
La situación afectó a numerosas instituciones en todo el país, y los padres de familia reiteraron su llamado a las autoridades para resolver de manera urgente la crisis educativa que mantenía a miles de estudiantes sin clases regulares.