Leopoldo López, el más emblemático de los opositores presos en Venezuela, salió de prisión este sábado y quedó en arresto domiciliario, medida que llega tras 100 días de protestas contra el presidente Nicolás Maduro.
Blanco de movilizaciones opositoras que dejan 91 muertos, Maduro reclamó a López «un mensaje de rectificación y de paz».
«Apoyo la decisión» del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), señaló Maduro en un acto público.
Sonriente, López ondeó la bandera nacional y alzó los puños en señal de victoria al asomarse sobre el muro de su casa, en un exclusivo barrio del este de Caracas, frente a dos centenares de seguidores eufóricos.
El TSJ -acusado de seguir los dictados del gobierno- otorgó casa por cárcel a López, quien llevaba tres años y cinco meses preso.
El fallo, que fue redactado por el presidente de la corte, Maikel Moreno, un polémico juez cercano a Maduro, alegó «razones de salud».
La fiscal general, Luisa Ortega, chavista enfrentada a Maduro, acusó al gobierno de usar a López para «mejorar su imagen», golpeada por críticas de la comunidad internacional.
«No se puede usar a las personas privadas de libertad como si fuesen rehenes que pueden ser objeto de negociación», tal como hacen «grupos delictivos» con secuestrados, declaró Ortega al diario chileno La Tercera.
En un mensaje leído por Freddy Guevara, coordinador de Voluntad Popular (partido de López), el excarcelado dirigente ratificó su «firme oposición al régimen» y su compromiso de «luchar».
«No estoy dispuesto a claudicar en mi lucha (…) y si ello implica que deba volver a una celda en (la prisión militar de) Ramo Verde, estoy dispuesto a hacerlo», sentenció, al convocar a los venezolanos a seguir en las calles.
López, de 46 años, fue arrestado en febrero de 2014 y cumple condena de casi 14 años, acusado de incitar a la violencia en otra oleada de protestas contra Maduro con saldo de 43 muertos durante cuatro meses ese año.
Su esposa Lilian Tintori, con quien tiene dos hijos y a la que Donald Trump recibió recién instalado en la Casa Blanca, calificó la excarcelación como «un paso más por libertad de Venezuela».
– ¿Apertura o debilidad? –
El ministro de Defensa, general Vladimir Padrino López, destacó que la decisión del TSJ fue producto del «diálogo», las gestiones internacionales y la «voluntad de paz» de Maduro.
Para el analista Luis Vicente León es un «movimiento estratégico del gobierno para bajar la presión» tras el impacto «demoledor» en imagen por los «eventos absolutamente primitivos» de la
irrupción violenta de partidarios chavistas en el Parlamento de mayoría opositora, el pasado miércoles.
El politólogo Luis Salamanca dijo a la AFP que el gobierno busca «apaciguar la protesta y mejorar su imagen» de cara a la elección de la Constituyente, el 30 de julio, convocada por el presidente y que la oposición tilda de «fraude» para instaurar una «dictadura».
A fines de 2016, bajo mediación internacional encabezada por el expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero, gobierno y oposición iniciaron un diálogo auspiciado por el Vaticano, tras lo cual fueron liberados varios presos de bajo perfil. Pero la negociación fracasó en diciembre.
López fue visitado varias veces por Rodríguez Zapatero, la última el pasado 4 de junio.
Tras esa reunión, López rechazó la posibilidad de prisión domiciliaria y negó negociaciones para desactivar las protestas a cambio de su libertad, según su esposa, Lilian Tintori.
Este sábado, uno de sus abogados, el español Javier Cremades, dijo en Madrid que la medida muestra «la «debilidad de un régimen acorralado» y con divisiones internas.
– «¡Libertad plena!»
López, a quien según su padre le pusieron un brazalete electrónico, es el símbolo de los opositores presos, entre ellos el alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, también con casa por cárcel.
La Fiscalía, este sábado, pidió revisar «medidas cautelares» a favor de Ledezma y otros opositores encarcelados. El ombudsman venezolano, el oficialista Tarek William Saab, aseguró que «fácilmente pueden ocurrir» otras decisiones similares a las del caso López.
La excarcelación de López fue saludada por Brasil,Estados Unidos México, España, Argentina, Chile, Colombia, Perú, Panamá y la OEA, en tanto que líderes opositores como Henrique Capriles pidieron su «libertad plena».
Estados Unidos dijo que el gobierno de Venezuela dio un paso «en la dirección correcta», según un comunicado del Departamento de Estado.
Según la ONG Foro Penal, los arrestos durante las actuales protestas subieron de un centenar a 431 el número de «presos políticos», que el gobierno no reconoce como tales, pues les acusa de actos de violencia y conspiración.-AFP