El sistema educativo nacional vive uno de sus peores momentos debido al comportamiento de un ministro que ha creído que el Ministerio de Educación es su hacienda particular donde puede hacer lo que se le venga en gana ,creando inestabilidad en el sistema y que afecta a padres de familia, alumnos y maestros.
En las ultimas semana se ha agudizado la situación cuando el Ministro Marlon Escoto tomo la determinación de exigir a los alumnos que están por graduarse que tienen que alfabetizar a dos personas, lo que se volvió todo un problema porque ahora los analfabetas (personas que no saben leer y escribir) pretende el pago en efectivo, el transporte y la alimentación que corre por cuenta de los padres de familia que han puesto el grito al cielo.
Pero lo que más ha impresionado es la actitud soberbia y prepotente del ministro Escoto que con su actitud confrontativa, sin necesidad, ha provocado todo un problema en educación que termina afectando a la ciudadanía cuando se dan los paros de labores o tomas de edificios convocados por alumnos y padres de familia.
La labor de alfabetizar es una responsabilidad del Estado, que es el que está obligado a buscar los mecanismo para que la mayoría de la población pueda aprender y a escribir lo que sin duda redundaría en un país con mejores índices de desarrollo no solo en lo económico sino que también el mejoramiento de la salud, mano de obra más calificada y otros beneficios que vienen concatenados con la educación.
El Congreso Nacional tomo la determinación por mayoría que el <<<<<<señor <escoto se presente ante la Comisión de Educación para que dé una explicación creíble, científica y oportuna del porque la terquedad de llevar acabo la alfabetización con alumnos de secundario.
El funcionario de educación debería también valorar que la situación de inseguridad que vivimos los hondureños es real y que sería en poner en un alto riesgo a cada uno de las alumnas y alumnos de las diferentes instituciones educativas de secundaria en todo el territorio nacional. Aunque todas estas razones parecen no interesarle al susodicho ministro pues su satisfacción es mantener a la educación en permanente confrontación lo que mantiene empantanada la educación en HONDURAS.