La corrupción y la impunidad se han entronizado en Honduras desde hace muchos años atrás, y en ese complejo mundo donde hay participación de autoridades de todos los poderes del estado, operadores de justicia, empresarios, políticos, delincuentes y hasta religiosos, vemos como de a poco este cáncer carcome las entrañas de este país.
En los últimos meses los operadores de justicia más que por presiones que por responsabilidad de perseguir el delito, se han visto obligados actuar contra las bandas y carteles que se han divido el territorio nacional para repartirse el botín de la corrupción y la delincuencia.
Han desfilado ya varios extraditables y lo que sorprende que en estas acciones las autoridades han dado a conocer la recuperación de miles de millones incautados a los presuntos delincuentes , pero sorprende que ninguna institución bancaria o del sistema financiero nacional a tenido que responder ante autoridad competente por el manejo de esas cantidades exorbitantes de dinero.
La institución reguladora de la banca es la Comisión Nacional de Banca y Seguro, pero que parece mas un ente complice de los lavadores de activos y el manejo ilícito de dinero mediante el sistema financiero nacional sin que nadie ponga orden a este delito que a permitido que la banca nacional también tenga “sus manos manchadas de sangre”.
Lo delicado de esta acción es como responsabilizar a las instituciones bancarias para que tengan que responder por los multiples lavados de activos y otras transacciones bancarias fraudulentas y reciban el castigo ejemplar que corresponde en estos casos.
Despierta sospechas que casos como el FIFA GATE la Fiscal General de los EE.UU. dio a conocer en que bancos hondureños se hicieron depósitos de los actos de corrupción caso Callejas-Hawit , la Oficina de Bienes Incautados (OABI) informe sin mayor empacho sobre las cantidades aseguradas de dinero en los bancos pero mantienen secretividad los nombres de estas instituciones.
Hasta cuando también se intervendrá el sistema financiero nacional quien se ha convertido en el mejor aliado y complice de las estructuras criminales en Honduras, cuando la fiscalía empezara a presentar requerimientos fiscales contra ejecutivos de bancos que pueden estar coludidos con los criminales que encontraron en la banca nacional a sus mejores aliados.