El Banco de los Trabajadores institución financiera con el propósito de que los obreros tuviesen un medio mediante el cual pudiesen tener la oportunidad de garantizar su futuro mediante el ahorro y los beneficios de poder tener préstamos para viviendas, pequeños negocios o para brindar la oportunidad de educación a sus hijos.
Pero las forzadas compras de acciones a las que eran obligadas las personas que solicitaban prestamos, y que eran presuntamente para capitalizar la institución financiera se convirtió en el botín, del cual miembros de la junta directiva y la gerencia aprovecharon para robarse más de 500 millones de lempiras y dejar al 99% de los accionistas en la calle.
La Comisión Nacional de Banca y Seguro (CNBS) procede hacer una investigación en el Banco de los Trabajadores y determina que por “deficiencias administrativa y financieras” es necesaria la “Liquidación Forzosa” y en colusión con los funcionarios quienes admiten el descalabro de la institución, buscan desesperadamente como salir de la caldera del diablo que habían creado, aparece la figura de Jesús Ponce hasta ese momento Presidente de la Cooperativa Elga y con alta influencia en la Federación De Cooperativas de Ahorro y Crédito de Honduras (FACACH) quien logra convencer a un grupo de socios estratégicos de varias instituciones a convertirse en accionista con una aportación de 500 millones de lempiras .
La CNBS y los miembros de la Junta Directiva y el gerente general de la institución acuerdan “NO DIVULGAR “la situación del Banco porque esto podría causar una hecatombe aunque ya la misma comisión advertía de la liquidación forzosa, una vez contactados los nuevos socios por parte de Jesús Ponce les vende la idea que la institución puede ser rescatada si le inyectan un capital de 500 millones de lempiras a los que acceden.
Los nuevos accionistas no se percatan que ya existían una serie de irregularidades encontradas y explicadas en una Certificación de la CNBS que relata que cual era la verdadera situación del banco y mediante decreto de emergencia el Congreso Nacional toma la determinación la participación de nuevos socios pero no deja claro si es una nueva institución o es la vieja y atracada.
Sin duda alguna que Jesús Ponce es el ideólogo de todo esto porque aparece como Gerente General y oculta importante información como la CertificacionSEGSE-CE-57/2013 donde se deja establecido que no se trata de “un corre contable sino que sugiere LIQUIDACIÓN FORZOSA”. Queda a los operadores de Justicia dar con los responsables de este descalabro del Banco de los Trabajadores.
Toda esta podredumbre administrada por Jesús Ponce solo lo retrata como un oportunista, embaucador y traficante de influencias, a quien no le ha importado poner en riesgo los millones de lempiras de los nuevos quienes manejan también dinero de aportantes que podrían estar en riesgo.