La Organización de los Estados Americanos condenó el martes la “farsa electoral” cometida en mayo por el régimen de Nicolás Maduro y ratificó la existencia de una “alteración” en el orden constitucional de Venezuela, al aprobar una resolución que da los primeros pasos para la histórica suspensión del país sudamericano de la OEA.
La resolución, presentada por Estados Unidos junto con algunos de los países más influyentes del continente, fue aprobada por una relación de 19 votos a favor, cuatro votos en contra y 11 abstenciones, en una clara señal de que el régimen bolivariano sigue perdiendo respaldo en la región en la medida que su crisis se profundiza.
La resolución es vista como el primer paso hacia la suspensión de Venezuela a tenor con los procedimientos de la Carta Democrática Interamericana, que deberá aprobarse en otra sesión a ser convocada en un futuro con dos tercios de los votos.
La suspensión es la mayor sanción que tiene el organismo y que en sus 70 años de historia solamente ha impuesto a dos países: Cuba y Honduras.
La resolución fue impulsada por Estados Unidos y los 14 países del Grupo de Lima, un bloque que suma más del 90 por ciento de la población en el continente: Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guyana, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú y Santa Lucía.
Estados Unidos, que ha tildado “el régimen de Maduro” de “dictadura”, ha desplegado en las últimas semanas sus esfuerzos diplomáticos con el argumento de que la OEA debe hacer valer los principios democráticos que dice defender.
“En nombre del presidente Trump, pido a la comunidad de naciones libres, de todo este Nuevo Mundo, que expulsen a la dictadura de Maduro de la Organización de los Estados Americanos. La OEA debe representar la libertad. Y ahora es el momento”, dijo el vicepresidente Mike Pence, durante una recepción el lunes en la Casa Blanca.
Pence, quien hace un mes pidió lo mismo al visitar la sede de la OEA, dijo que los países que se sumen a esta iniciativa, “demostrarán su compromiso de forjar vínculos más fuertes con Estados Unidos” y mencionó posibilidades de cooperación en inversiones financieras, de energía, infraestructura y seguridad.
Los prospectos de una eventual remoción de Venezuela fueron ridiculizados en la tarde del lunes por el propio Maduro, quien dijo que la organización no podía expulsar a Venezuela porque el país ya había renunciado a la organización.
“Nosotros denunciamos a la OEA y nos vamos de la OEA […] ya van 13 meses de los 24 que tenemos que esperar para que sea efectivo. Cuando Venezuela salga de la OEA vamos a hacer una gran fiesta nacional”, manifestó Maduro.
Pero expertos consultados dijeron que la separación de Venezuela de la organización traería repercusiones inmediatas y de peso.
Para comenzar, desvincularse de la OEA separa a Venezuela de una red de organizaciones multilaterales vinculadas a la agrupación que durante años han trabajado para mejorar el bienestar de la región, como la Organización Panamericana de la Salud, el Banco Interamericano de Desarrollo y el Instituto Agropecuario de las Américas, explicó Guillermo Cochez, ex embajador de Panamá ante la OEA.
“Todos esos organismos regionales pasarían a excluir a Venezuela, y eso la aísla más de lo que esta aislada ahora mismo”, advirtió Cochez.
Pero quizás más impactante sería la condena moral que va acompañada a la decisión de suspender a Venezuela.
“Es una declaración de que Venezuela es expulsada porque es un Estado que rompe con todos los principios y valores de la organización hemisférica”, dijo desde Caracas Milos Alcalay, ex embajador de Venezuela ante las Naciones Unidas.
Le estarían diciendo, “no es que usted se va, sino que nosotros le expulsamos, porque usted no puede pertenecer a un club de democracia, un club donde los derechos humanos son fundamentales y donde usted insulta a todos”, agregó el diplomático.
La resolución incluye una condena de las elecciones del 20 de mayo, en las que el chavista Consejo Nacional Electoral declaró a Maduro como ganador de una elección presidencial que había sido declarada de antemano como fraudulenta por la comunidad internacional.
La resolución también cuestiona la renuencia del régimen de permitir el ingreso de la ayuda humanitaria para aliviar la acentuada penuria por la que atraviesan los venezolanos por falta de comida y medicinas.
Asimismo, la resolución exige al régimen que restaure la plena autoridad de la Asamblea Nacional, de mayoría opositora.
Para que la resolución fuese aprobada se necesitaban al menos 18 votos de los 35 estados miembros, mientras que la votación para suspender a Venezuela, que sería en una eventual Asamblea General Extraordinaria, requeriría 24 votos.-ElNuevoHerald