Los neoyorquinos enfrentan a partir de la noche del domingo estrictas medidas impuestas por el gobernador del estado, Andrew Cuomo, que les obligará a pasar más tiempo en sus casas y autoriza sólo a los negocios esenciales a permanecer abiertos en un intento por frenar el avance del coronavirus.
Son medidas a las que los neoyorquinos, amantes de las terrazas, los parques, los conciertos y los deportes entre otros eventos al aire libre no están acostumbrados, en particular los jóvenes, a los que Cuomo una y otra vez les ha insistido en mantener el distanciamiento social de dos metros, a no reunirse en grupo y permanecer en sus casas.
«Ustedes se pueden contagiar», ha dicho reiteradamente el gobernador, que en las conferencias de prensa dirige un mensaje a este sector de la población, en particular luego de que nuevas cifras arrojaran que el 53 por ciento de los nuevos contagios tienen ente 18 y 49 años.
Nueva York, con el mayor número de casos de EE.UU., tiene más de 15.000 contagiados, de los que la ciudad acumula más de 9.000 y 63 de las 114 muertes, pero las cifras siguen en aumento y cambian rápidamente porque el estado tiene ahora capacidad para realizar más pruebas, con 200 laboratorios, públicos y privados operando.
Ese rápido crecimiento llevó a las nuevas restricciones, que entran en vigencia esta noche en un plan que Cuomo ha llamado «Nueva York en Pausa», que afectarán a unos 19 millones de personas y surgieron luego de que California, el mayor estado del país, pusiese en marcha un plan parecido y que también han seguido Nueva Jersey y Connecticut.
Primero se vetaron los grandes eventos, luego se cerraron escuelas, se redujo el porcentaje de empleados que podían acudir a sus puestos y se clausuraron teatros, cines, las universidades públicas, bares y restaurantes, entre otros.
Precisamente las escuelas públicas de Nueva York, el sistema más grande del país con 1,5 millones de estudiantes y unos 75.000 maestros, comienzan mañana a impartir los cursos a través de la web, como a están haciendo las universidades.
A partir de hoy la actividad en Nueva York se detendrá casi por completo, pues todos los negocios no considerados vitales deberán estar desiertos, como ya lo está la famosa y siempre congestionada Times Square.
«Nueva York en Pausa» ordena que el 75 por ciento de la fuerza trabajadora haga sus funciones desde su casa e impondrá multas para las empresas que no cumplan.
Entre los servicios que quedan exentos figuran, entre otros, supermercados, farmacias, transportes, clínicas, gasolineras, bancos, la construcción o algo tan neoyorquino como la entrega de comida a domicilio.
El transporte público seguirá operando con normalidad, pero se pide a la población que no lo utilice a menos que sea totalmente necesario, aunque ya es notable la merma de usuarios en el famoso metro de la ciudad. .
Las estrictas medidas prohíben toda concentración de personas en la calle y exige el distanciamiento social de seis pies cuando estén en el espacio público. Pero muchos neoyorquinos, sobre todo jóvenes , no están cumpliendo con la orden que prohíbe la aglomeración en las calles lo que llevó al gobernador a exigir al alcalde Bill de Blasio el sábado un plan en 24 horas para afrontar esa situación.
Cuomo llamó irresponsables a los que no cumplen con las estrictas medidas.
Los neoyorquinos podrán salir de casa para comprar alimentos o medicinas, para hacer ejercicio, caminar sus perros o simplemente para tomar el aire, reglas que provocaron que los ricos hayan dejado la ciudad para refugiarse en los famosos Hamptons el Valle del Hudson antes de que entraran en vigencia causando que los precios de alquiler de una vivienda se disparan hasta tres veces su valor para esta ´época que se considera una baja temporada.
Nueva York, que tiene el 6 por ciento de la población de Estados Unidos, acumula alrededor de la mitad del total de positivos en el país.
En Nueva Jersey, las estrictas medidas similares a Nueva York comenzaron el sábado, pero el gobernador, Phil Murphy, ha manifestado su preocupación porque los residentes del estado no las están cumpliendo pese a los 1.914 casos y 20 muertes. EFE