«La refundación de Honduras comienza por el restablecimiento al respeto del ser humano, la inviolabilidad de la vida, la seguridad de los ciudadanos, no más escuadrones de la muerte, no más silencio ante los feminicidios, nos más sicariato, no más narcotráfico ni crimen organizado», subrayó Castro en su primer discurso como mandataria.
Agregó que refundar Honduras es «una misión de patria», que «no solo llamará a cuentas a aquellos que han sido responsables de que la imagen de nuestro país ande por los suelos, si no que estamos comprometidos con nuestra propuesta del socialismo democrático, a sentar las bases de combate frontal a la corrupción, para que estos hechos que nos han avergonzado jamás vuelvan a repetirse».
Este jueves, el diputado Luis Redondo, apoyado por el partido de Castro y sus aliados, abrió sin contratiempos la sesión como presidente del Congreso.
En tanto, el rebelde Jorge Cálix, quien también se había proclamado titular del Legislativo respaldado por opositores de derecha y una veintena de disidentes de Libre, guardó silencio. El miércoles se le ofreció un cargo dentro del gobierno, y se esperaba su respuesta.
En tanto, el rebelde Jorge Cálix, quien también se había proclamado titular del Legislativo respaldado por opositores de derecha y una veintena de disidentes de Libre, guardó silencio. El miércoles se le ofreció un cargo dentro del gobierno, y se esperaba su respuesta.
Cálix se había rebelado ante un acuerdo de Libre con sus aliados del Partido Salvador de Honduras (PSH), que integra Redondo, para que presida el Congreso.
– Ministros –
Castro acusó a los disidentes de aliarse con el Partido Nacional del presidente saliente, Juan Orlando Hernández, para impedir las transformaciones que prometió.
«Es clave que Castro tenga un gabinete con trayectoria de honestidad, porque hay toda una historia de vínculos con el crimen organizado del partido saliente», comentó el analista y profesor de la Universidad Nacional, Eugenio Sosa.
Castro anunció este jueves a algunos de quienes serán sus ministros, entre ellos el canciller, Eduardo Enrique Reina, y la ministra de Finanzas, Elixir Moncada.
– Crisis migratoria –
Bajo la propuesta de un «socialismo democrático», Castro plantea cambios en un país donde la pobreza alcanza al 59% de sus casi 10 millones de habitantes, según cifras oficiales de 2019, aunque la ONG Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo de Honduras (Fosdeh) la ubica en 71%, según datos de 2021.
También hay una elevada tasa de homicidios de casi 40 por cada 100.000 habitantes, generada por carteles de drogas y pandillas. Toda ello, sumado a la pandemia, empuja fuertes corrientes migratorias hacia Estados Unidos en busca de empleo.
«Si hay más oportunidades de trabajo aquí no hay necesidad de ir a buscar a otro país. Con la toma de posesión de Xiomara eso va a cambiar, ella trae más oportunidades», considera Jensi Dávila, estudiante universitaria.
Harris tendrá un encuentro con Castro este jueves, para «abordar las causas profundas de la migración en Centroamérica», según detalló en Washington un alto cargo de la administración estadounidense.
– Estados Unidos y Taiwán –
Aunque en la campaña Castro fue calificada de comunista, «Estados Unidos ha entendido que ella no representa una izquierda radical y sí una esperanza por el pueblo hondureño», considera el sociólogo Sosa.
Castro necesita del apoyo internacional para renegociar una deuda externa que supera los 11.000 millones de dólares. Para el excanciller Edgardo Paz, ese tema pasa por un arreglo «con las instituciones multilaterales, donde Washington tiene mucha influencia».
La vicepresidenta Harris dijo que su visita a Tegucigalpa será «una oportunidad» para profundizar la cooperación «en temas clave, desde la lucha contra la corrupción hasta la recuperación económica». Washington ha saludado el llamado de Castro a la ONU para instalar una Comisión Internacional Contra la Impunidad en Honduras (CICIH).
El vicepresidente de Taiwán, William Lai, también se encontrará con Castro, cuyo país es uno de los últimos aliados diplomáticos que la isla asiática tiene en Centroamérica, además de Guatemala.
Tanto Sosa como Paz creen que no es prioridad de Honduras restituir la relación con China, que reclama a Taiwán como parte de su territorio y no acepta lazos diplomáticos con quienes reconocen a esa isla como un estado autónomo. (AFP)