Durante su discurso ante la Asamblea General de la ONU, el dictador venezolano Nicolás Maduro volvió a negar la crisis humanitaria que sufre su país y aseguró que está dispuesto a «estrechar la mano del presidente de Estados Unidos y dialogar».
Ante las versiones de una posible reunión, Maduro sostuvo que, «a pesar de las diferencias históricas, ideológicas y sociales», se reuniría con Donald Trump: «Estoy dispuesto a hablar con agenda abierta sobre todos los temas que quiera hablar (…) Creemos en el diálogo político, como la forma de solucionar los conflictos».
Sin embargo, acusó a Washington de encabezar una campaña de «agresión permanente» contra Venezuela «para justificar una intervención militar» y repudió las sanciones impuestas por la Casa Blanca contra la cúpula chavista.
«Venezuela es sometida a una agresión permanente en lo mediático para justificar una intervención internacional que se ha pretendido, una intervención militar», denunció. «El pasado 8 de septiembre, el New York Timespublicó elementos probatorios de la participación de funcionarios de la Casa Blanca en reuniones para favorecer un golpe de Estado militar y provocar un cambio de gobierno, un cambio de régimen, en Venezuela».
«Se ha construido un expediente contra nuestro país para pretender una crisis humanitaria para justificar una coalición de países, encabezados por EEUU y sus gobiernos satélites, para ponerle la mano a nuestro país. Pretenden desviar las verdaderas crisis migratorias que hay en el mundo», agregó.
Sobre la alarmante crisis humanitaria que sufren los venezolanos, el dictador volvió a negar esa realidad, y sostuvo que es un discurso creado por «el imperio» con un fin intervencionista: «Se ha tratado de enfocar una pretendida crisis migratoria en Venezuela para justificar lo que desde hace años se viene anunciando: una intervención».
Maduro también repudió el paquete de sanciones que aplicó hasta el momento la Casa Blanca contra los principales funcionarios del régimen chavista: «En lo económico, Venezuela ha sido sometida a políticas unilaterales, de persecución, de bloqueo económico… Se nos ha impedido la utilización de la moneda internacional, el dólar… Ayer el presidente de Estados Unidos anunciaba nuevas sanciones económicas y financieras contra nuestro país, precisamente en el santuario de la legalidad internacional».
Por su parte, recordó el presunto «atentado terrorista» que sufrió el pasado 4 de agosto durante un acto militar en Caracas. El dictador venezolano consideró que el ataque «fue planificado y financiado desde Estados Unidos». Al respecto, pidió a la ONU «una investigación independiente» y hasta llamó al FBI a hacer sus propia investigación sobre lo sucedido: «Están abiertas las puertas de nuestro país, de nuestro sistema judicial».
El mandatario insistió en la existencia de una presunta «campaña política y mediática» contra su gobierno: «Por eso traemos nuestra verdad (…) la verdad de un pueblo luchador, la voz de una patria que se ha negado a rendirse a lo largo de la historia a la injusticia, a los imperios…».
Sorpresivamente, el dictador venezolano llegó este miércoles a Nueva York para asistir a la 73° sesión de la Asamblea General de la ONU.
Antes de su exposición mantuvo una serie de encuentro bilaterales con el presidente de Irán, Hasan Rohani; con el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov; y con el primer ministro de Jamaica, Andrew Holness.
La presencia de Maduro en la ONU tiene lugar el mismo día en que seis países (Argentina, Canadá, Colombia, Chile, Perú y Paraguay) hicieron oficial una petición para que la Corte Penal Internacional (CPI) investigue los crímenes de lesa humanidad en Venezuela.-Infobae