La reconocida defensora de derechos humanos Miriam Miranda volvió a alzar la voz contra el Estado hondureño, al denunciar lo que considera una nueva muestra de persecución y criminalización en su contra y hacia la Organización Fraternal Negra de Honduras (OFRANEH), de la cual es dirigente.
Miranda informó que ha sido nuevamente citada por los juzgados hondureños, esta vez en el marco de una demanda de tutela sumaria presentada por el abogado Renán Antonio Pérez Valle, representante legal de la empresa Inversiones y Servicios Monarca S.A. La audiencia fue convocada por el Juzgado Judicial de La Ceiba, en el departamento de Atlántida.
Ante esta nueva acción judicial, la lideresa garífuna responsabilizó directamente al Estado por lo que considera una estrategia de hostigamiento contra quienes defienden los derechos colectivos del pueblo garífuna. “Esta persecución es responsabilidad del Estado. Lo hemos denunciado ante organismos nacionales e internacionales. Es un patrón que se repite para intentar desarticular la lucha territorial de OFRANEH”, manifestó.
Reclamo por incumplimiento de sentencias internacionales
Miranda también cuestionó con firmeza el incumplimiento de las sentencias emitidas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) en favor de las comunidades de Triunfo de la Cruz, Punta Piedra y San Juan, todas con poblaciones garífunas afectadas por el despojo territorial.
“Las resoluciones son claras: el Estado debe evitar la repetición de hechos violatorios. Ya basta de atropellos. Las tierras ancestrales no se negocian ni se entregan a intereses privados o turísticos”, reclamó.
Una vida marcada por la resistencia
Miriam Miranda es ampliamente reconocida a nivel nacional e internacional por su trabajo en defensa del territorio, el medio ambiente y los derechos colectivos del pueblo garífuna. Desde la OFRANEH ha impulsado procesos de recuperación de tierras, enfrentado intereses de grandes empresas inmobiliarias y resistido la presencia del narcotráfico en zonas costeras.
Su activismo no ha estado exento de riesgos: ha sido detenida ilegalmente, agredida por fuerzas de seguridad del Estado e incluso secuestrada por grupos criminales vinculados al narcotráfico.
A pesar de ello, Miranda continúa firme en su labor. Asegura que no se trata solo de su caso, sino de la continuidad de una lucha histórica por la dignidad y el respeto de los pueblos originarios de Honduras.
“Esta es una causa colectiva. No vamos a retroceder. Seguiremos exigiendo justicia y cumplimiento de nuestros derechos, cueste lo que cueste”, concluyó.