Florida reabrió su economía. Todo en el estado está dispuesto para que la actividad comercial se parezca lo más posible al mundo que conocimos antes del COVID-19. Pero para que esto ocurra, una parte fundamental es entender el comportamiento del virus en la sociedad. El Gobernador Ron DeSantis prometió que todas las decisiones se tomarían basadas en datos epidemiológicos estudiados por el Departamento de Salud. En las últimas semanas, el estado en general aumentó considerablemente el número de pruebas que están realizando y el sur de la Florida no fue la excepción.
En diversos puntos del condado de Miami-Dade se están realizando pruebas gratuitas de COVID-19 y de anti-cuerpos. En particular, la ciudad de Miami Beach ha puesto a disposición de todo aquel mayor de 18 años un centro de testeo gratuito.
En el lugar se ofrecen dos pruebas, una para el COVID-19 y otra para los anticuerpos. Lógicamente saber si alguien tiene el virus es clave para evitar el contagio. Pero si además se conoce cuánta gente estuvo expuesta al virus y ahora es más resistente a él (con la salvedad de que a diario la comunidad médica se debate acerca de cuánta protección ante un virus que muta nos dan esos anticuerpos), la reapertura económica se puede hacer con mayor confianza.
En el centro de convenciones de Miami Beach, desde el 4 de junio hasta julio, los siete días de la semana se realizan pruebas sin costo alguno a quienes se acercan a pie y a quienes lo hacen desde sus autos. La modalidad de realizar pruebas en el automóvil es la más popular por la practicidad y porque evita la exposición al virus.Un mujer es testeada por coronavirus en Miami Beach (EFE/Michael Reynolds)
Entre las 9 de la mañana y las 5 de la tarde una larga fila de automóviles se observa en la conocida calle 17 de Miami Beach. La única exigencia es que la persona sea mayor de 18 años. No importa dónde vive y tampoco se le pide que realice una cita previa.
Hay tres estaciones: en la primera le entregan a la persona información acerca de las pruebas, en la segunda toman los datos de quienes se van a realizar las pruebas –pueden ser hasta 5 por vehículo-, y en la tercera un enfermero realiza la prueba.
Sin que la persona se baje del automóvil, tras tomar sus datos, se imprimen en el lugar etiquetas con el nombre, el teléfono y la fecha de nacimiento que se pegan en unas bolsas donde se depositará luego la muestra para enviar al laboratorio. Si se trata de la prueba del COVID, se realiza con los hisopos a través de la nariz. Para el examen de los anticuerpos se realiza una pequeña extracción de sangre.
Sin cortar el tránsito de la línea de vehículos, el proceso puede realizarse en quince minutos. Si hay muchos automóviles a la vez, pudiera demorarse más. La organización de todo el proceso está a cargo de personas del ejército colaborando en labores civiles.
Los resultados pueden demorarse entre media hora y tres horas. Desde el departamento de salud del estado llaman por teléfono a quien se realizó la prueba para informarle su estatus. Cuando alguien recibe un resultado positivo a la prueba del COVID, si no tiene síntomas graves, el consejo es aislarse de inmediato y contactar a todo aquel con quien se haya visto recientemente. En el caso de la prueba de anticuerpos, no hay protocolo, solamente cierta paz mental para quienes reciben un resultado positivo.
El problema con las pruebas de anticuerpos es que aún no hay ningún examen que haya sido aprobado por las autoridades sanitarias federales. Es decir, son todos exámenes experimentales los que se realizan. El margen de error puede llegar a ser alto, y esto es algo que se le advierte a todo aquel que quiera realizarse la prueba.