El titular de un comunicado del Instituto Nacional de Migración de México afirmaba: “Rescata INM a 800 personas migrantes centroamericanas que ingresaron hoy de manera irregular a México”.
Para muchas personas que observaron los momentos en que cientos de elementos de la Guardia Nacional con cascos y escudos se enfrentaron a cientos de migrantes que descansaban bajo la sombra después de caminar toda la mañana, “rescatar” no parecía ser la palabra adecuada.
Los defensores de los migrantes dicen que durante los rescates no se rocía gas pimienta, y que quienes requieren ayuda no suelen huir de los rescatistas.
Pero ese tipo de eufemismos se han vuelto parte del vocabulario de la política migratoria, y no sólo en México. La misma terminología se ha aplicado en Europa para los inmigrantes que atraviesan el Mediterráneo, aunque algunas veces esos migrantes van a bordo de embarcaciones endebles y sí requieren ayuda.
En su comunicado del jueves, el INM decía que los migrantes fueron llevados a “albergues migratorios”, un cambio con respecto a las “estaciones migratorias”, la forma en la que antes se refería a sus centros de detención.
Durante años, la agencia de migración de México ha utilizado el término “rescate”. A veces ha parecido plausible, como cuando agentes migratorios encontraron a 100 inmigrantes apretujados en la parte trasera de un tráiler bajo el calor abrasador después de que el conductor huyera. Sin duda ha habido ocasiones en que los migrantes requieren ser rescatados.
La Patrulla Fronteriza de Estados Unidos también utiliza el término _a veces igualmente en situaciones discutibles_, aunque la mayoría de los escenarios incluyen a migrantes perdidos en el desierto sin agua, a un migrante que se estaba ahogando en el río Bravo, o a migrantes encontrados en la parte trasera de un tráiler.
Los migrantes que fueron rodeados el jueves habían entrado a México cruzando el río Suchiate en la frontera con Guatemala, no a través de puestos de control, así que los críticos se preguntan por qué las autoridades no dijeron simplemente que fueron detenidos.
El INM no respondió de momento a preguntas sobre su terminología.
Sergio Prieto Díaz, presidente del grupo de Migración y Procesos Transfronterizos en El Colegio de la Frontera Sur, un centro de investigación, dijo que la terminología del gobierno tiene el objetivo de justificar y ocultar lo que realmente sucede.
“Lo que está consiguiendo es disfrazar la militarización y la represión de la migración en la frontera”, dijo Prieto Díaz. “Se está dibujando al Estado como protector y garante de personas que viajan de forma desprotegida y arriesgada”.
El uso “paternalista” de la palabra deslegitima a los migrantes, dijo.
“Porque la imagen que finalmente nos quiere dar esta noción es que se está rescatando a personas que actúen sin racionalidad, que se embarcan en peligros innecesarios, que arriesgan su vida y la de sus hijos casi se diría sin motivo”, agregó.
El presidente Andrés Manuel López Obrador no utilizó la palabra rescate cuando habló el viernes sobre los migrantes, pero expresó su satisfacción con las acciones de la Guardia Nacional y elogió el control que ejercieron.
Agregó que le pidió al secretario de Relaciones Exteriores Marcelo Ebrard que se asegurara que los migrantes permanecían seguros hasta que regresaran a sus países.
“Cuiden bien la seguridad, hasta de los regresos asistidos”, dijo López Obrador que le instruyó al canciller, empleando el eufemismo burocrático más reciente para referirse a las deportaciones.-EFE