«Hace 10 años estuve en Colombia y me quisieron vender una niña de 11 años, y ahí le hice la promesa a Dios que iba a relatar y mostrar esa situación al mundo», dice Hutchinson.
El productor explicó que él se hizo pasar por una persona que compraba menores para fines de explotación sexual y fue cuando le ofrecieron en venta a la menor, y le aseguraron que estaba virgen.
«La niña estaba temblando porque la iban a vender, me miraba como un monstruo que iba abusar de ella. Me cambio la vida, me partió el corazón», relató Hutchinson.
En la misión que hizo en Colombia, aseguró que son más de 120 niños de Latinoamérica que pudieron rescatar de las garras de criminales colombianos, y entre ellos están dos de origen hondureño que fueron abusados sexualmente. Todo los pequeños ahora son refugiados.
«En la película intentamos expresar que hay niños que vienen de todos los países de Latinoamérica, pero en caso particular decidimos representar el hecho de que eran dos niños hondureños», agregó.
Paul Hutchinson manifestó que todos los niños rescatados provienen de hogares muy pobres, desintegrados.
Según estadísticas de la Interpol, en la actualidad hay 744 niños hondureños desaparecidos.
«Todos los países tienen tráfico sexual de niños, es la segunda industria más grande a nivel global»,