Con una abrumadora mayoría, la Asamblea General de la ONU aprobó este miércoles una resolución de condena a la invasión de Ucrania y exigió a Rusia la retirada inmediata de sus tropas.
De los 193 Estados miembros de Naciones Unidas, 141 respaldaron el texto, mientras que únicamente cinco votaron en contra: la propia Rusia, Bielorrusia, Siria, Corea del Norte y Eritrea.
Mientras tanto, 35 países optaron por la abstención, entre ellos China, Irán, la India o Sudáfrica, y varias naciones latinoamericanas como Cuba, Bolivia, El Salvador y Nicaragua.
Una docena de Estados miembros no participaron en la votación, el más destacado Venezuela, que tiene suspendido su derecho de voto en la Asamblea General como consecuencia de impagos de sus contribuciones al presupuesto de Naciones Unidas.
La Asamblea General insta a resolver el conflicto de forma pacífica y pide tanto a Moscú como a Kiev que apuesten por el diálogo y la negociación.
Un hemiciclo casi lleno se puso en pie para aplaudir la aprobación de la resolución por parte de la Asamblea General, que se reúne desde el lunes en una sesión especial de emergencia después de que Rusia vetase un texto similar en el Consejo de Seguridad.
En respuesta a ese bloqueo, Occidente acudió a la Asamblea General -donde no hay vetos- para denunciar las acciones de Moscú y, sobre todo, mostrar su aislamiento en la escena internacional.
Por otro lado, para el secretario general de la ONU, António Guterres, la Asamblea General ha enviado un mensaje «alto y claro» sobre la necesidad de detener las hostilidades y apostar por la diplomacia.
«Voy a seguir haciendo todo lo que esté en mi mano para contribuir a un cese inmediato de las hostilidades y a negociaciones urgentes de paz. La gente en Ucrania necesita paz desesperadamente y la gente de todo el mundo lo demanda», señaló Guterres a los periodistas.
La ONG Human Rights Watch (HRW) destacó en un comunicado la «mayoría abrumadora» de países que condenó hoy los «ataques indiscriminados de Rusia» y urgió a la comunidad internacional a trabajar para «asegurar que los responsables de crímenes de guerra sean llevados ante la Justicia».