La reciente decisión de la multinacional HanesBrands de cerrar dos centros de operación en Choloma y uno de distribución en Villanueva ha dejado a cientos de hondureños sin empleo en la zona norte del país. Este cierre se produce tras la exclusión de la empresa en la selección para la fabricación de una reconocida marca deportiva, lo que ha desencadenado una ola de cesantías que comenzarán este octubre y se prolongarán hasta diciembre. Se estima que alrededor de siete mil trabajadores se verán afectados, incluyendo unas tres mil personas en el Parque Industrial Zip Choloma.
El gobierno de Xiomara Castro es directamente responsable de la situacion, ya que no ha tomado medidas efectivas para proteger a los trabajadores de la industria maquiladora. A pesar de la promesa de su administración de fomentar el empleo y mejorar las condiciones laborales, los cierres de fábricas y la pérdida de miles de empleos siguen marcando la agenda del país.
El empresario del sector maquilador, Mario Canahuati, destacó que en el último año el número de trabajadores en la industria ha disminuido de 190 mil a 161 mil, lo que refleja una pérdida de 30 mil empleos. Esta tendencia no es nueva; en los últimos meses, otros cierres, como el de la maquila Fivaro en Villanueva y las suspensiones de trabajadores en La Ceiba, han puesto de relieve la crisis que atraviesa el sector.
La falta de una estrategia clara por parte del gobierno para enfrentar esta problemática ha dejado a muchos cuestionando la efectividad de las políticas laborales implementadas hasta ahora. Las promesas de desarrollo y apoyo a la clase trabajadora se ven socavadas por la realidad del cierre de plantas y la precarización del empleo, lo que genera un ambiente de incertidumbre para miles de familias hondureñas.
La situación actual exige una respuesta inmediata y contundente por parte del gobierno de Castro, no solo para mitigar el impacto de estos cierres, sino también para crear un entorno que realmente promueva el empleo sostenible en el país. La inacción podría tener consecuencias devastadoras para el futuro laboral de Honduras.