Frente a la estatua de Temis en la Casa de la Justicia, la magistrada de la Corte Suprema de Justicia, Sonia Marlina Dubón, arremetió contra el gobierno de los Estados Unidos por su reciente inclusión en una lista internacional, calificándola como un “acto injerencista y cobarde” que atenta contra la soberanía de Honduras y la independencia judicial.
Dubón atribuyó su designación a su papel como redactora y ponente de la sentencia que declaró inconstitucional las controvertidas Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDEs). “La razón de esta inclusión es que soy la redactora originaria, la ponente de la sentencia que impidió que nuestro territorio fuera vendido en retazos. No sucumbimos a las amenazas ni a las tentaciones”, declaró con firmeza.
La magistrada señaló que el acto, que considera unilateral e inconsulto, contradice los principios fundamentales del derecho internacional. Además, exigió al Departamento de Estado y a la embajadora estadounidense Laura Dogu que presenten pruebas concretas sobre las acusaciones que motivaron su inclusión. “Nunca he sido señalada por irregularidades en mi desempeño judicial. Este es un acto de extorsión por parte de una potencia extranjera que pretende torcerle el brazo a la justicia mediante amenazas”, manifestó.
En su intervención, Dubón subrayó que no cederá ante presiones externas y que seguirá defendiendo la independencia del poder judicial, calificándola como un pilar sagrado de la democracia hondureña. “No les tenemos miedo ni nos doblegamos. La patria no se vende, la patria no tiene precio”, sentenció ante los medios y el público presente.
El pronunciamiento de la magistrada ocurre en medio de crecientes tensiones entre Honduras y Estados Unidos por temas como el narcotráfico y la corrupción. La controversia en torno a su inclusión en la lista internacional pone de relieve las dificultades que enfrenta el sistema judicial hondureño, especialmente en un contexto de cuestionamientos sobre su independencia y las presiones políticas externas.
Dubón concluyó reafirmando su compromiso con la defensa de la soberanía nacional y de la justicia hondureña, mientras instó al pueblo a mantenerse firme en la lucha por preservar lo que, en sus palabras, “nos pertenece”.