Los pacientes oncológicos que reciben su tratamiento en el Hospital San Felipe recibirán el 2024 bajo incertidumbre y preocupación: podrían quedar a la deriva a partir de enero debido a que sigue mal la máquina para radioterapias y vence el convenio con la fundación donde temporalmente podían recibir atención.
Todo comenzó cuando la bomba de cobalto del centro asistencial se averió y el proceso para reactivarla conlleva más de siete meses.
Es decir, los pacientes con cáncer no han estado recibiendo su tratamiento (radioterapias o braquiterapias) desde hace más de cuatro meses en el centro asistencial, por lo que se sienten condenados a morir.
Ante esta situación, el ministro de Salud, José Manuel Matheu, firmó el 16 de octubre de 2023 un convenio con el Centro de Cáncer Enma Romero (CCER) para brindar a los pacientes el servicio mientras se adquiere el presupuesto para reparar la bomba de cobalto. Sin embargo, dicho convenio termina este próximo 31 de diciembre, por lo que los pacientes volverán a la triste realidad de no volver a recibir sus tratamientos a partir del 1 de enero de 2024.