Activistas del Black Lives Matter, veteranos de guerra, «hooligans» del fútbol y seguidores de la extrema derecha se han congregado hoy en Londres en una tensa jornada de protestas y contra protestas que han sido condenadas por las autoridades, y en las que se han producido choques entre la policía y los participantes. El primer ministro, Boris Johnson, y otros miembros del Gobierno hicieron a lo largo de la semana un llamamiento para que la gente no participara en las protestas, pese a reconocer que su mensaje contra el racismo está justificado, debido al riesgo de propagación del Covid-19 y del enfrentamiento entre grupos ideológicamente opuestos.
La facción londinense de Black Lives Matter canceló una manifestación oficial que había sido convocada para hoy después de que la Alianza democrático del fútbol, el grupo de ultraderecha Britain First, y el polémico supremacista blanco Tommy Robinson, convocaran un acto de «unidad patriótica» junto a la estatua de Winston Churchill en la plaza del Parlamento y llamaran a sus simpatizantes a desplazarse a Londres para «proteger sus monumentos históricos». Muchos fueron tapados con tablones y láminas protectoras el jueves por el temor de las autoridades a que fueran blanco de ataques.
«Queremos que las protestas sean un espacio seguro para que la gente asista, sin embargo, no creemos que sea posible con gente como ellos presentes», dijo la facción de Black Lives Matter en su cuenta de Instagram. Pese a la cancelación, miles de personas salieron a la calle a manifestarse. El fin de semana pasado, la estatua de Churchill fue uno de los monumentos vandalizados por algunos activistas contra el racismo, así como el Cenotafio y la figura de bronce del comerciante de esclavos Edward Colston, que fue arrancada de su pedestal y lanzada al agua en Bristol. La respuesta por parte de un grupo de extremistas, en la misma ciudad, fue dañar con «una sustancia corrosiva», según dijo la policía, la efigie del dramaturgo y poeta negro Alfred Fagon.
Las protestas contra el racismo y la brutalidad policial comenzaron tras el asesinato del ciudadano afroamericano George Floyd en Minneapolis, Estados Unidos, el 25 de mayo.