Para el analista Nelson Ávila la ruptura con China debió ser gradual, porque si bien es cierto en las relaciones internacionales lo primero es el derecho que tienen todas las naciones a tener relaciones con todos los países del mundo, todo debe hacerse de forma inteligente.
También se debe medir el impacto y relaciones geopolíticas, que en el mundo están dominadas por un balance de poder que en este momento es esencialmente entre Estados Unidos y China y este sector de América Latina ha tenido estas relaciones tradicionales con los Estados Unidos, anotó.
No obstante, dijo que la experiencia última es que casi todos los países por ejemplo de Centroamérica con quién tienen relaciones ahora es con China Continental y el interés de la nación significa que tiene que primar.
Recordó que China es el segundo país más poderoso en términos económicos a nivel mundial y la expectativa de corto plazo es que va a ser el país con la mayor producción dentro de poco porque China tiene aproximadamente cinco veces más de población que los Estados Unidos y tiene casi cuatro o cinco veces más población económicamente activa que los Estados Unidos y también tecnológicamente es muy avanzada; y eso va a producir circunstancias diferentes.
Asimismo, China es el único país que ha crecido a tasas del 10 % anual, detalló.
“Lo que sí considero es que las rupturas tienen que hacerse también en el marco de una diplomacia inteligente”, cerró Avila.