El próximo lunes, las Fuerzas Armadas de Honduras recibirán la propuesta de la empresa encargada de la construcción de la nueva megacárcel en la Isla del Cisne, situada en el Caribe hondureño. Así lo confirmó Ramiro Muñoz, director del Instituto Nacional Penitenciario (INP), durante una rueda de prensa este jueves. Muñoz, quien también dirige la Policía Militar del Orden Público (PMOP), ha estado supervisando el proceso de seguridad en los 25 centros penitenciarios del país desde el 1 de julio del año pasado.
Este anuncio sigue a la reciente aprobación de la licencia ambiental para el proyecto por parte de la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente. Esta licencia es considerada como una primera fase, que abarca el diseño final y estudios biológicos y marino-costeros, además de la ampliación de datos científicos necesarios para la ejecución del proyecto.
La segunda fase del proyecto se centrará en la construcción de la infraestructura, que incluirá una granja solar para generar energía sostenible y plantas de tratamiento de aguas residuales. La nueva cárcel, que tendrá una capacidad para albergar a unos 2,000 internos, requerirá una inversión aproximada de 80 millones de dólares (2,000 millones de lempiras). La orden es que la cárcel esté operativa lo más pronto posible para recibir a «hampones y personajes corruptos».
Sin embargo, el proyecto ha enfrentado una fuerte oposición. La Coalición Ambiental de Honduras ha alertado sobre el potencial daño ambiental que la construcción podría causar en la Isla del Cisne, una región conocida por su riqueza natural. La academia, organismos de derechos humanos y la población de La Mosquitia también han manifestado su rechazo a través de marchas y protestas, argumentando que el impacto ambiental podría ser irreversible.
El debate sobre la construcción de esta megacárcel sigue en pie mientras se espera la recepción de la propuesta y el avance de las fases del proyecto.