El mercado laboral en Estados Unidos acusó el golpe de la larga huelga en General Motors y la tasa de desempleo subió en octubre a 3,6%, según los datos oficiales publicados este viernes.
El ritmo de las contrataciones mostró que la demanda de trabajadores se mantuvo fuerte, pese a las amenazas de las tensiones comerciales y la desaceleración de la economía.
Si se deja de lado el impacto de la huelga, que elevó temporalmente la cantidad de personas sin actividad laboral, el empleo en el sector manufacturero hubiera mostrado alzas.
Los empleadores sumaron 128.000 nuevos puestos de trabajo, una cifra por encima de las expectativas, y los salarios siguieron subiendo, pero la tasa de desempleo subió a un 3,6%, un nivel que sigue siendo bajo y está en sintonía con lo que esperaban los expertos.
En septiembre el desempleo había tocado un mínimo desde 1969.
Esta semana, unos 50.000 obreros de la constructora automotriz GM volvieron a sus puestos de trabajo, tras una huelga de 40 días, que se reflejó en las cifras de desocupación de octubre.
Según el informe, el total de empleados del sector automotor bajó en 41.000 puestos, marcando la mayor caída en el sector desde octubre de 2009, cuando el fabricante estuvo al borde del colapso.
Pese a que la huelga se vio reflejada en las cifras de la desocupación, el aumento del desempleo muestra un crecimiento de la fuerza de trabajo, ya que 300.000 personas iniciaron la búsqueda de empleo.