El coronavirus SARS-CoV-2 se transmite de manera intensa y sostenida en Centroamérica a nueve meses de llegada la pandemia a esta región marcada por la pobreza, azotada por huracanes que han dificultado la lucha contra la virus, y con gobiernos que buscan el acceso a las vacunas mientras enfrentan graves crisis económicas.
Los seis países centroamericanos de habla hispana acumulan más de 622.000 contagios confirmados y de 13.800 muertes por la covid-19, con Panamá a la cabeza tanto por el número de casos (más de 183.000) como de pruebas realizadas para detectar el nuevo coronavirus (más del millón), según los datos de los gobiernos.
«Todos los países de Centroamérica se encuentran en transmisión comunitaria intensa y sostenida», dijo a Efe el representante de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en Panamá, el doctor Gerardo Alfaro, citando el más reciente informe regional del ente.
La tasa de positividad de la enfermedad promedió a comienzos de diciembre un 15 % en Panamá, mientras que para el resto de la subregión, aún en aquellos países que reportan menos de 500 nuevas pruebas al día, se mantiene por encima del 25 %, dijo Alfaro.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que un índice «inferior al 5 % de positividad es indicativo de acercarnos a una situación de ‘control’ de la pandemia. Estamos aún lejos de ello en Centroamérica», afirmó Alfaro.
«No es momento de bajar la guardia ni de relajar las medidas. Hay que tener esta situación muy presente para que en las festividades de fin de año pensemos en nuestros adultos mayores y otros seres queridos con riesgo de complicaciones, para que ésta no sea para ellos ‘su última Navidad’», alertó Alfaro.
CRECE LA INCIDENCIA
El más reciente reporte regional de la OPS señaló que la tasa de incidencia de la covid-19 está aumentando en Honduras y Panamá, país este último que ha reforzado las medidas contra la enfermedad tras haberlas relajado junto con la reapertura de la economía en octubre.
En Panamá se notificaron «241 casos por cada 100.000 habitantes en la semana del 26 de noviembre al 2 de diciembre, la tasa de incidencia más alta de la subregión y la segunda más alta en América», precisó Alfaro.
En Costa Rica el indicador disminuyó levemente (137) pero sigue muy cerca de los niveles más altos registrados en el país, mientras que «es difícil hacer inferencias sobre las tendencias en El Salvador, Guatemala y Nicaragua porque estos países se encuentran entre los afectados» por los huracanes que asolaron la región en noviembre, indicó la OPS.
LAS MUERTES SE CONCENTRAN EN LOS ADULTOS MAYORES
El 79 % de los casos del SARS-CoV-2 detectados en Centroamérica corresponde a personas de entre 20 y 59 años, la mayoría hombres (56 %), pero las muertes se concentran en el grupo etario de 60 años o más (70 %) siendo los hombres la mayoría de las víctimas (65 %).
«Para Panamá el covid-19 (enfermedad causada por el SARS-CoV-2) se ha convertido en la primera causa de muerte para personas de 60 y más años», dijo Alfaro.
En Costa Rica, la enfermedad de la covid-19 «se convirtió en la primera causa de muerte», declaró el pasado 1 de diciembre el ministro de Salud, Daniel Salas.
HURACANES, OTRO ESCOLLO EN LA LUCHA CONTRA LA COVID
Centroamérica vivió a comienzos de noviembre los embates de los potentes huracanes Eta e Iota, que dejaron cerca de 200 muertos, desaparecidos y destrucción de infraestructura y cultivos, con especial afectación en Nicaragua, Honduras, Guatemala y El Salvador.
Los huracanes han «complicado todo. Se profundiza la pobreza, se deterioran otros indicadores sociales y de salud. Sin lugar a dudas, es de esperar un aumento en la incidencia de casos de covid-19, ya sea por nuevos contagios en espacios de aglomeración, como lo son los albergues, o por nuevas vulnerabilidades al variar las condiciones de higiene o comorbilidades», dijo Alfaro.
En su reporte regional, la OPS indicó que la mayoría de los países afectados registraron un descenso en el número de casos notificados inmediatamente después de los huracanes, lo que podría indicar que se pudo haber visto afectada la vigilancia epidemiológica y haber causado retrasos en la notificación a nivel nacional.
LOS DESAFÍOS DE CENTROAMÉRICA Y LA VACUNA
El principal desafío para los sistemas sanitarios de Centroamérica, históricamente deficitarios, «sigue siendo mantener la capacidad hospitalaria disponible», dijo Alfaro, que recalcó que no sólo se trata de ampliar el número de camas y de respiradores, «pues el personal especializado sigue siendo el mismo» que al inicio de la pandemia «sólo que ahora está más cansado».
Los seis países han anunciado millonarias inversiones para adquirir vacunas contra el SARS-CoV-2 mediante COVAX Facility y con negociaciones directas con las farmacéuticas, así como para la adquisición de sistemas especiales de refrigeración para almacenarlas.
COVAX es el mecanismo establecido por la Alianza Mundial para la Vacunación (GAVI, por sus siglas en inglés), la Coalición para las Innovaciones en la Preparación ante Epidemias (CEPI) y la OMS, para proporcionar a los gobiernos un acceso temprano a una amplia cartera de vacunas candidatas de la covid-19.
«En un escenario optimista tendríamos vacuna disponible en el primer semestre del 2021 en nuestros países. Sin embargo, en una primera ronda, probablemente alcance a vacunar al 20 % de la población», dijo Alfaro.
De ahí, agregó, «la necesidad de priorizar favoreciendo (en la inmunización) a las personas más expuestas y de mayor riesgo. Será necesario mantener todas las medidas (de bioseguridad) que ya conocemos hasta lograr coberturas útiles, lo que representará tener al menos a un 80 % de la población inmune».
Los gobiernos han apelado a emisión de papeles y a préstamos de multilaterales para afrontar los estragos económicos de la pandamia y su manejo sanitario, incluida la compra de las vacunas, y ya se alerta de una posible crisis de deuda en el horizonte de la región. EFE