Un tribunal estadounidense ha ratificado la petición de la fiscalía para que el expresidente hondureño Juan Orlando Hernández pague 15 millones de dólares en concepto de decomiso. Esta decisión se produce tras la oposición de Hernández a dicha demanda durante el proceso de apelación.
El expresidente, condenado a 45 años de prisión por cargos de narcotráfico, había presentado una notificación de apelación el pasado 10 de julio. Sin embargo, el 17 de julio, la fiscalía de EE.UU. reiteró su solicitud de decomiso de 15 millones de dólares, argumentando que estos fondos representan sobornos personales recibidos por Hernández en el contexto de sus actividades ilícitas.
En su demanda, la fiscalía ha detallado una serie de pagos corruptos que suman el monto reclamado. Entre los sobornos mencionados se encuentran:
1 millón de dólares provenientes de los 2 millones pagados por Alex Ardón a los expresidentes Porfirio Lobo y Juan Orlando Hernández.
– 250,000 dólares de Fabio Lobo.
– 300,000 dólares entregados por Chinda Montes.
– 100,000 dólares de Neftalí Duarte.
– 25,000 dólares de Fuentes Ramírez.
Además, se ha destacado el pago de 250,000 dólares por Javier Rivera, en nombre del grupo narcotraficante Los Cachiros, a Hilda Hernández, hermana del expresidente.
Entre otras pruebas presentadas, se encuentra el testimonio sobre 4 millones de dólares entregados por un individuo conocido como «Wilson» o Sanabria a Tony Hernández, hermano de Juan Orlando Hernández, y 1 millón de dólares proporcionado por Joaquín «El Chapo» Guzmán para la campaña presidencial de Hernández.
El total de estos sobornos, según la fiscalía, asciende a 15,525,000 dólares, un monto que ahora ha sido formalmente exigido a Hernández por el tribunal estadounidense.
La información sobre la demanda de decomiso y los detalles de los sobornos fue revelada por el periodista Matthew Russell Lee en el sitio de noticias Inner City Press y compartida en su plataforma de Patreon.
Este fallo refuerza las sanciones contra Hernández, quien ya cumple una larga condena por su implicación en el narcotráfico. La decisión del tribunal subraya el esfuerzo continuo de las autoridades estadounidenses para asegurar que los líderes corruptos enfrenten consecuencias legales por sus actos delictivos.
La ratificación de la demanda de decomiso marca un nuevo capítulo en el proceso judicial contra el expresidente, cuyo caso ha captado la atención internacional debido a su alta visibilidad y la gravedad de las acusaciones en su contra.