El Parlamento británico, por medio del Comité de Inteligencia y Seguridad, acusó hoy al Gobierno de no haber investigado el posible impacto que tuvo la injerencia rusa en los referéndums del Brexit y Escocia. El informe, que asegura que la «influencia» del Kremlin en los procesos democráticos del Reino Unido se ha convertido en la «nueva normalidad», desliza también que desde Downing Street no sólo no han sido capaces de controlarla durante los últimos años, sino que incluso pueden haberla favorecido al tener entre sus donantes a varios oligarcas rusos y millonarios sospechosos de trabajar, directa o indirectamente, para los servicios de inteligencia de Vladimir Putin.
«La influencia rusa en el Reino Unido se ha convertido en la nueva normalidad. Los sucesivos gobiernos han recibido el dinero de los oligarcas con los brazos abiertos, dándoles todas las facilidades para reciclar sus ilícitas finanzas a través de la ‘lavandería’ londinense y dándoles a cambio contactos a los más altos niveles del mundo empresarial y político del Reino Unido», critican desde el Comité de Inteligencia y Seguridad. «Deja a las claras la tensión que existe entre la agenda de prosperidad gubernamental y la necesidad de proteger la seguridad nacional. A pesar de que no podemos cerrarles la puerta, se necesitan de forma urgente más poderes y transparencia al respecto».
El informe, que ha visto la luz prácticamente un año y medio después de haber sido elaborado por miembros de los diferentes partidos, había visto retrasada su publicación durante los últimos nueve meses por el propio Boris Johnson, quien temía que sus resultados pudiesen mermar la contundente victoria que consiguió en las elecciones generales del pasado diciembre.