El Jueves Santo, en un procedimiento al que coloquialmente se le denomina “Operación Pescado”, diputados de la bancada revolucionaria del Partido Libertad y Refundación tocaron la puerta de la oficina del Presidente del Congreso Nacional, Mauricio oliva, para pedir pescado.
Una emblemática figura de esta bancada revolucionaria, Juan Barahona, admitió que “todos” recibieron por lo menos 50 mil lempiras para disfrutar sus vacaciones durante la Semana Mayor.
¿Les dieron 50 mil lempiras para irse de Semana Santa?, interrogaron a Barahona.
A lo que respondió: “ES CIERTO”.
El acto inmoral rompe los principios por los que murieron más de 30 personas en protestas posteriores a las elecciones en las que miembros de esta misma bancada incitaban a sus parciales a exponer sus vidas contra “la dictadura”.
De la misma chequera de donde salió el dinero para comprar las balas con las que se mató a varios simpatizantes de Libre, también emanó el pisto con el que se le patrocinaron las vacaciones a los diputados “revolucionarios”.