El exlíder de cartel de droga Los Cachiros, testificó en una corte federal en Nueva York sobre una reunión grabada con el excongresista Juan Antonio ‘Tony’ Hernández y una llamada telefónica con su hermano, el presidente Juan Orlando Hernández.
NUEVA YORK – El líder encarcelado de una de las bandas del narcotráfico más notorias de Honduras dijo al jurado en el juicio por narcotráfico en Nueva York contra el excongresista Tony Hernández que le pagó a este último y se reunió con él en un restaurante de Denny’s en Tegucigalpa en 2014 para discutir un contrato con el gobierno.
Lo que no sabía Hernández es que el narcotraficante había empezado a colaborar para la DEA unos meses antes.
El exlíder de Los Cachiros, Devis Leonel Rivera Maradiaga, grabó la reunión con su reloj, de la cual se mostraron segmentos en el tribunal, aunque la calidad de la grabación era deficiente y era difícil entender lo que se decía.
También aseguró que sobornó con cientos de miles de dólares al actual presidente de Honduras y uno de sus ministros, aunque no proporcionó pruebas ni dio más detalles.
Rivera Maradiaga dijo que el restaurante estaba siendo protegido por una decena de soldados hondureños fuertemente armados en ese momento.
Si bien no se realizó ningún pago en la reunión de febrero de 2014, Rivera Maradiaga dijo que discutieron un lucrativo contrato del gobierno por un valor de $10 millones que Rivera Maradiaga buscaba transferir a una empresa fantasma después de que su imperio comercial fue golpeado con sanciones estadounidenses debido a sus conexiones con el narcotráfico.
Rivera Maradiaga y su hermano, que comenzaron su empresa criminal como ladrones de ganado en el departamento de Colón, en el norte de Honduras, se entregaron a las autoridades estadounidenses en enero de 2015.
Hernández es acusado de traficar toneladas de cocaína y contrabandear armas. Los testigos incluyen a varios narcotraficantes y algunos de sus presuntos socios, acusados de traficar grandes cantidades de cocaína y cometer decenas de asesinatos.
‘Tony’ Hernández se declaró inocente de los cargos.
Su hermano, el presidente Juan Orlando Hernández, quién es señalado como conspirador pero no está acusado en el caso, también rechazó las acusaciones de los fiscales de que recibió dinero de drogas en sus campañas lectorales, una acusación que definió como «100% falsa, absurda y ridícula».
Toneladas de cocaína y 78 asesinatos
Rivera Maradiaga confesó haber traficado 130 toneladas de cocaína desde su base en el pueblo de El Espírito, unas montañas cerca de la frontera con Guatemala, además de ser responsable de 78 asesinatos.
Administró una red de narcotráfico que sobornó a la policía local, soldados, jueces y políticos para proteger los envíos de drogas, según su testimonio.
Cuando se le preguntó cómo le pagaba a la gente, respondió: » agarrando el dinero que obtenía de la droga y los sobornaba».
«Yo y mi hermano pagábamos a toda persona que tenía poder».
Rivera Maradiaga también aseguró haber sobornado al presidente Hernández con 250,000 dólares y al actual ministro de Seguridad de Honduras, Julián Pacheco Tinoco, pero no proporcionó detalles sobre cómo ni cuándo.
Declaró además que pagó entre 500.000 y 600.000 dólares en 2009 al expresidente de Honduras, Porfirio Lobo, a cambio de que le protegiera de la extradición a Estados Unidos. Lobo ha negado cualquier vínculo con dinero ilícito.Lobo ha negado culaquier vinculo con dinero ilicito.
Bajo interrogatorio, admitió sin rodeos en la corte que ganó alrededor de 50 millones de dólares durante su carrera y dijo que todavía tenía unos cinco millones de dólares escondidos en Honduras sobre los cuales no había contado al gobierno. Hubo risas cuando dijo que estaría dispuesto a compartir algo con el juez. » Al pedirmelo, el juez, yo sé lo daria una parte o todo, señor», dijo.
En una reunión previa al encuentro en Denny’s, Rivera Maradiaga dijo que le pagó 50,000 dólares al abogado de Hernández por una futura colaboración. Un policía corrupto le había avisado que el congresista «quería trabajar en el narcotráfico y que quería una reunión conmigo», contó al jurado. «El acusado quería una anticipación de 100,000 dólares y una casa en Tegucigalpa para usar como oficina» agregó.
El complot
Más tarde ese año, Rivera Maradiaga dijo que se reunió con otro importante clan hondureño de narcotráfico, Los Valles, donde se discutió un complot para asesinar al hermano de Hernández, el recién electo presidente Juan Orlando Hernández. Rivera Maradiaga dijo que Los Valles querían matar al presidente porque se sintieron traicionados después de haber presuntamente apoyado su elección en 2013 con grandes contribuciones en efectivo a cambio de protección.
«Una vez que llega a la presidencia ya no les contestaba las llamadas», dijo Rivera Maradiaga a la corte.
Dijo que rechazó la idea ya que ya estaba cooperando con la DEA.
Más tarde ese año, Rivera Maradiaga dijo que fue contactado por un congresista del Partido Nacional, Reynaldo Ekonomo, quien le dijo que Juan Orlando Hernández se había enterado sobre el complot y ofreció ayudarlo a aclarar el asunto directamente con el presidente en una llamada telefónica. Ekonomo tenía una reunión programada con Juan Orlando Hernández ese mismo día y le ofreció llamar al narcotraficante y hablarle por teléfono para poder aclararlo directamente con el presidente, dijo Rivera Maradiaga.
Durante la llamada, Rivera Maradiaga dijo que negó estar involucrado en el complot y que él y su hermano estaban ayudando a los aliados del presidente del Partido Nacional, en varios departamentos del país.
Dos días después, Ekonomo llamó a Rivera Maradiaga para hacerle saber que el presidente estaba «contento, satisfecho».
Univision trató de contactar a Ekonomo para confirmar la historia, pero no pudo lograrse la comunicación con él de inmediato.
Es probable que el jurado decida su veredicto la próxima semana después de que el gobierno presente tres testigos más.-Univision