Juan Orlando Hernández, con mucho en juego cuando deje el poder en Honduras

Gobernó dos períodos, el segundo de ellos cuestionado por un posible fraude en las urnas. Juan Orlando Hernández dejará la presidencia de Honduras en enero de 2021, con señalamientos de narcotráfico en Estados Unidos, que pueden complicar su situación legal.

Su partido, el derechista Partido Nacional, aceptó la derrota de su candidato, Nasry Asfura, en las presidenciales del domingo ante la izquierdista Xiomara Castro, quien será la primera mujer en gobernar el país centroamericano.

Hernández la felicitó y dijo que será «un ciudadano siempre dispuesto a trabajar por el bienestar de todos y todas».

En enero de 2021 había dicho a la AFP que al terminar su mandato se «apartará de la vida pública», a escribir sus memorias. En ese momento «perderá toda la protección que su alto cargo le ha permitido, en relación a un proceso que se considera abierto en el sistema de justicia de Estados Unidos», consideró Gustavo Irias, director del Centro de Estudio para la Democracia (Cespad).

«Podría buscar protección fuera del país, pero sus opciones son limitadas. Es tóxico y seguramente no sería bienvenido en la mayoría de los países», dijo a la AFP el presidente de Diálogo Interamericano, Michael Shifter.

Su hermano Antonio «Tony» Hernández cumple cadena perpetua en una cárcel de Estados Unidos por narcotráfico, y fiscales de Nueva York han señalado al gobernante como «co-conspirador» del delito.

Geovanny Fuentes, un condenado por narcotráfico en Estados Unidos, aseguró durante su juicio que Hernández le dijo que iban a «meter la droga a los gringos en sus propias narices» sin que lo noten.

JOH, como se le conoce en el país por sus iniciales, rechaza los cargos.

«[Es] por venganza. A muchos de ellos los capturamos nosotros y los entregamos allá [en Estados Unidos] o están en cárceles de Honduras y otros se fueron a entregar por la presión que les hicimos», aseguró Hernández a la AFP días antes de la sentencia de su hermano.

Frente interno y externo

Cuando la oposición y observadores internacionales cuestionaron el proceso en que Hernández fue reelecto en 2017, Washington fue el primero en saludar su triunfo.

Estados Unidos ha felicitado sus operaciones antidrogas. Hernández dice que logró reducir en 95% el pasó de la cocaína por Honduras desde 2014.

«¿Cómo no va a darse cuenta en qué estaba metido su hermano? Pero si los ‘gringos’ tuvieran suficientes pruebas contra él [presidente] ya lo hubieran mandado a traer para extraditarlo», dijo Oscar Arzú, de 59 años, en una calle del centro de Tegucigalpa.

La oposición también ha señalado varios casos de corrupción en su gestión, ligados a la compra de infraestructura e insumos para enfrentar la pandemia.

Su gobierno disolvió una misión anticorrupción respaldada por la OEA (MACCIH), y se modificó el Código Penal para reducir condenas por corrupción.

«Si cometió delitos tiene que pagar, como cualquiera», comentó por su parte la ciudadana Kenia Maldonado.

Nicaragua

Sorpresivamente, el derechista Hernández apareció en Nicaragua en una visita relámpago, un mes antes de las elecciones, para firmar un acuerdo fronterizo con el presidente izquierdista, Daniel Ortega, reelecto para un cuarto mandato consecutivo, con sus rivales en prisión.

Políticos buscados por la justicia de sus propios países, como los expresidentes salvadoreños Mauricio Funes (2009-2014) y Salvador Sánchez Cerén (2014-2019), se refugiaron en Nicaragua y obtuvieron la nacionalidad.

«Después de su derrota [del PN] la opción real es irse a Nicaragua, tiene buenas relaciones con Ortega, y [en Nicaragua] hay otros presidentes» asilados, dijo a la AFP el excanciller Ernesto Paz Aguilar.

Aún sin cargos formales

«Acusación formal no tiene, lo que hay es lo que se conoce como designación en juicios, cuando se le mencionó como CC4 [co-conspirador] en el caso de su hermano» en Estados Unidos, recuerda la abogada y defensora de Derechos Humanos, Reina Rivera.

«Los fiscales de Estados Unidos pueden presentar un caso. Una salida que [Hernández] puede tener es que se le abra un juicio aquí: cuando una persona tiene un juicio pendiente en Honduras, no puede ser extraditada», detalló.

Si bien «Hernández dice que los testimonios son una venganza, los fiscales les han dado credibilidad a los testimonios y eso ha servido para enjuiciar a otros», explica Rivera.

Además de «Tony» Hernández, en Estados Unidos también cumple condena por narcotráfico Fabio Lobo, hijo del expresidente Porfirio Lobo.

«Eso hace que el escenario sea muy complejo para él. El triunfo arrollador de Xiomara Castro descansa mucho en el rechazo a Juan Orlando Hernández, a su gobierno, y a la penetración del crimen organizado», precisó Rivera.-AFP

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