En una declaración que ha generado sorpresa y controversia, el expresidente de Honduras, Roberto Micheletti, ha reaparecido para expresar que no teme ser imputado por el golpe de Estado de 2009, y, de manera audaz, afirmó que esperará la notificación para reírse a carcajadas de la situación.
«Andan con la amenaza que me quieren meter en la cárcel por el golpe de Estado, yo estoy esperando que me manden la notificación y voy a ir con todo gusto, estoy listo, totalmente para reírme a carcajadas», afirmó Micheletti en sus declaraciones.
Estas declaraciones surgen en medio de tensiones políticas y amenazas legales relacionadas con el golpe de Estado ocurrido en 2009, que resultó en la destitución del entonces presidente Manuel Zelaya. Micheletti, quien asumió la presidencia tras el golpe, ha sido objeto de críticas y señalamientos por su papel en ese episodio de la historia hondureña.
La declaración del expresidente es un desafío directo a Xiomara Castro, Manuel Zelaya y a quienes han buscado responsabilizarlo por su participación en el evento histórico. La mención de «reírse a carcajadas» sugiere una actitud de desprecio y desafío hacia cualquier posible proceso legal en su contra.