La nueva normalidad ya se vive en las calles italianas. Desde el 4 de mayo, el primer país europeo en imponer cuarentena entró en la llamada ‘fase 2’. A partir de esa fecha los ciudadanos pudieron salir por primera vez a dar un paseo a pie o incluso a visitar a sus familiares en la misma ciudad. Pero desde este martes, reabrieron comercios no esenciales como tiendas de ropa, además de restaurantes y bares, sitios predilectos por los italianos.
El 10 de marzo el primer ministro Giuseppe Conte decretó confinamiento obligatorio en todo el país. Fue un poco tarde, sin embargo, porque la enfermedad se propagó de manera desenfrenada en este país en cuestión de días. Pocos creyeron que el brote de coronavirus de Wuhan se convertiría en una pandemia con consecuencias devastadoras y cuando se reportó el primer contagio las personas siguieron haciendo su vida normal.