Italia siguió los pasos de China el domingo, aprestándose a aislar a 16 millones de personas _más de una cuarta parte de su población_ durante casi un mes para frenar el implacable avance del coronavirus en Europa.
Bodas y museos, cines y centros comerciales, todos se vieron afectados por las nuevas restricciones, las cuales abarcan una franja del norte de Italia pero están interrumpiendo la vida diaria en todo el país. La confusión reinaba luego de que se anunció la cuarentena, con residentes y turistas de Venecia a Milán tratando de averiguar cómo y cuándo se implementarían las medidas. Los viajeros se apiñaban en los trenes, con la cara cubierta por bufandas y compartiendo gel desinfectante.
Luego de que una ronda masiva de pruebas encontró más de 7.300 infecciones, Italia tiene ahora más casos de la enfermedad COVID-19 que cualquier otro país, con excepción de China, donde las infecciones están disminuyendo. La cifra de muertos en el país europeo aumentó a 366.
En distintas partes del mundo, más y más eventos se cancelaron o se llevaron a cabo a puerta cerrada, desde el servicio dominical del papa hasta el Gran Premio de la Fórmula Uno en Bahréin y una competencia de sumo en Japón, donde los luchadores llegaron a la arena con mascarillas y tuvieron que utilizar gel desinfectante antes de ingresar. En Arabia Saudí, las autoridades anunciaron que las escuelas y universidades estarían cerradas a partir del lunes, siguiendo los pasos de otras naciones del Golfo Pérsico.
Surgieron interrogantes sobre la conveniencia de seguir llevando a cabo los mítines de las campañas por la presidencia de Estados Unidos y otros eventos de posible “súper difusión” del virus mientras éste se extendía a otros estados.
El primer ministro italiano Giuseppe Conte promulgó el decreto de la cuarentena a primeras horas del domingo para la próspera región del norte del país. Las áreas que estarán aisladas incluyen a Milán, centro financiero y ciudad principal de Lombardía, así como Venecia, la urbe más importante de la vecina región del Véneto. Las medias extraordinarias estarán en vigor hasta el 3 de abril.
Los turistas en la región, incluidos los extranjeros, tienen libertad para dirigirse a sus hogares, informó el ministerio de transporte italiano, e hizo notar que los aeropuertos y estaciones de trenes seguían operando.
El papa Francisco, que ha estado enfermo, otorgó su bendición dominical a través de video en lugar de hacerlo en persona, incluso cuando no se vio afectado directamente por el aislamiento. Dijo sentirse dentro de “una jaula”.
Es un sentimiento ya conocido en China, donde el gobierno aisló a unos 60 millones de personas en la provincia de Hubei, en el centro del país, a fines de enero. Seis semanas después siguen varados ahí.
La Organización Mundial de la Salud ha dicho que la acción de China ayudó al resto del mundo a prepararse para la llegada del virus, y su director, Tedros Adhanom Ghebreyesus, tuiteó su respaldo el domingo para los italianos y sus “medidas audaces y valientes dirigidas a reducir la velocidad del coronavirus”.
China ha registrado tres cuartas partes de los 109.000 casos de coronavirus a nivel internacional y la mayoría de sus 3.800 muertes. Sin embargo, el número de nuevas infecciones en el país asiático ha disminuido, y la mayoría de las personas infectadas, en China y a nivel mundial, se han recuperado.
Las infecciones aumentaron el domingo en otros epicentros del brote: Corea del Sur, Irán y sobre todo en Italia. Y con una caída drástica en el tránsito de turistas e interrupciones significativas en las cadenas de suministro a nivel mundial, las acciones de los mercados financieros se vieron afectadas el domingo. Los índices bursátiles de Medio Oriente cayeron de 4 a 10%.
Italia cerrará los museos y sitios arqueológicos, incluso aquellos alejados de la zona de aislamiento. Suspendió todas las bodas hasta el 3 de abril. Las regiones del norte involucradas en el decreto cerraron los cines y las pistas de esquí.
Se prevé que los restaurantes de distintas partes de Italia mantengan a los comensales a un metro de distancia entre sí.
Los museos del Vaticano cerraron, incluida la Capilla Sixtina, lo que representó otro duro golpe a la importante industria turística de Italia. Alitalia, la aerolínea italiana que ya enfrentaba problemas financieros antes del virus, suspendió todos los vuelos nacionales e internacionales desde el aeropuerto de Malpensa en Milán a partir del lunes.
Se desató el caos horas antes de que Conte firmara el decreto, debido a que se corrió la voz sobre los planes para la cuarentena.-AP