«El virus sigue circulando. La prórroga del estado de emergencia hasta octubre es inevitable. Sería incongruente suspender abruptamente la efectividad de las medidas adoptadas». Así ha comunicado el primer ministro, Giuseppe Conte, en un discurso en el Senado, la necesidad de mantener el estado de emergencia, que se decretó el 31 de enero por un periodo de seis meses. Concluye, por tanto, el 31 de julio, pero se prorroga en principio durante otros dos meses y medio, hasta el 15 de octubre.
Hace días, el primer ministro Conte sugirió la idea de mantener la prórroga hasta el final de año, pero, ante las fuertes críticas de la oposición, el gobierno ha optado por reducir el periodo del estado de emergencia. Incluso algunos constitucionalistas han sido muy críticos. Es el caso del profesor Sabino Casesse, juez emérito del Tribunal Constitucional, quien ha considerado la medida como «inoportuna» e incluso «ilegítima», porque actualmente no se dan las condiciones de emergencia en el país. El profesor Casesse se muestra contrario a que con el estado de emergencia se concentren demasiados poderes en el primer ministro. Ante este tipo de objeciones, Giuseppe Conte ha replicado: «La prórroga extensión es una facultad expresamente prevista por la ley y se puede activar cuando sea necesario, incluso después de algún tiempo del evento. Esta necesidad ocurre casi siempre. Esto se demuestra por varios precedentes».
Varias son las razones que han inclinado al gobierno a adoptar esta polémica decisión. En Italia, se teme que los próximos meses puedan ser calientes, con aumento de conflictos sociales por la crisis económica, sin descartar una segunda ola del coronavirus. Además, media docena de regiones tendrán elecciones el 20 de septiembre, lo que agitará notablemente la política italiana. De ahí que Conte prefiera tener las manos libres para adoptar medidas urgentes mediante decretos ley. «El estado de emergencia es aún necesario –ha destacado Conte-, constituye el requisito previo para la activación de una serie de poderes y facultades necesarios para hacer frente a situaciones de emergencia de manera efectiva y rápida». De hecho, la emergencia del coronavirus, «todavía hoy, aunque de forma contenida y circunscrita territorialmente, aún no ha agotado sus efectos», según ha reconocido Conte. El primer ministro ha justificado también su decisión por la necesidad de mantener alta la vigilancia, teniendo en cuenta lo que ocurre en países vecinos: «La situación internacional sigue siendo preocupante y lo que sucede en las naciones cercanas a nosotros requiere una cuidadosa vigilancia».