A tan solo cuatro días de las elecciones primarias en Honduras, la incertidumbre se ha apoderado del ambiente electoral, marcada por situaciones que han levantado sospechas sobre la transparencia y la eficacia del proceso. Entre los factores que generan desconfianza se encuentran la aprobación tardía del presupuesto electoral y la falta de reformas en el sistema de votación, lo cual ha sido señalado por diversos analistas políticos como un obstáculo para mejorar el proceso electoral en el país.
Una de las principales preocupaciones ha sido expresada por la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Cossette López, quien recientemente denunció una propuesta interna que busca excluir del recuento preliminar las actas electorales de las juntas que no utilicen dispositivos biométricos. Según López, este procedimiento retrasaría el proceso de contabilización y podría aumentar la incertidumbre la noche de las elecciones. «Es apostar a que fracase el proceso», advirtió, subrayando que la medida podría causar más caos y complicaciones durante el escrutinio de los votos.
Esta controversia surgió después de que el consejero Marlon Ochoa planteara la propuesta el 26 de febrero, lo que generó una fuerte reacción por parte de López. El presidente del Consejo Central Ejecutivo del Partido Liberal (CCEPL), Yani Rosenthal, también mostró su sorpresa ante esta idea, calificándola de inesperada y preocupante. «Nos sorprende que haya surgido esa propuesta de no divulgar el resultado si no se usa el dato biométrico», declaró Rosenthal a los medios.
Por su parte, el precandidato a diputado del Partido Liberal, José Luis Moncada, expresó su inquietud sobre lo que considera un obstáculo para la transparencia del proceso. «La ley es clara: el acta que llegue debe publicarse. La biometría no es condicionante», destacó Moncada, cuestionando la intención detrás de la medida. También instó a la representante liberal en el CNE, Ana Paola Hall, a tomar una postura más firme en defensa de los intereses del partido.
A pesar de las críticas, Marlon Ochoa defendió su propuesta, argumentando que existen planes para no utilizar los dispositivos biométricos durante la jornada electoral. «A mí me queda claro que hay un plan para no usar el dispositivo biométrico», afirmó Ochoa, planteando dudas sobre cómo reaccionaría el CNE en caso de detectar un fraude en alguna de las juntas receptoras de votos.
Con más de cinco millones de hondureños convocados a las urnas este domingo, los partidos Nacional, Liberal y Libre elegirán a sus candidatos presidenciales, diputados, alcaldes y autoridades internas, quienes avanzarán a la siguiente fase en la contienda electoral para las elecciones generales de noviembre. Sin embargo, la creciente incertidumbre y las controversias sobre las decisiones del CNE han aumentado la desconfianza del pueblo hondureño, sumiendo al proceso electoral en un ambiente de dudas sobre el respeto al voto ciudadano.