El Arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar Alas, advirtió ayer que la Iglesia Católica tendrá “cero tolerancia” con los casos de abuso sexual en contra de niños perpetrados por sacerdotes, y pidió perdón por los que se han cometido.
El prelado reveló que un nuevo caso de pederastía ha sacudido a la Arquidiócesis capitalina: el expárroco de Rosario de Mora, Juan Francisco Gálvez, fue suspendido de sus funciones por cinco denuncias en su contra.
“Quiero dejar bien claro que nuestra Arquidiócesis no va a tolerar ningún caso de abuso sexual de menores por parte de los clérigos. Nuestra norma de acción ante todo abuso sexual de menores es: ‘cero tolerancia’, sin excepción alguna”, declaró el Arzobispo.
El nuevo caso se suma al del exvicario de la Arquidiócesis, Jesús Delgado, quien también fue separado de sus funciones por abusar de una menor durante ocho años.
“Me duele profundamente lo que ha pasado y les pido perdón a las víctimas de estos casos”, expresó el Arzobispo visiblemente afectado, ayer por la mañana, tras la misa dominical en la Catedral Metropolitana.
Escobar Alas aseveró que el compromiso por frenar ese flagelo es tal, que instó a quienes hayan sido víctimas de abuso sexual por parte de sacerdotes a acercarse a él, así como a Monseñor Rafael Urrutia, canciller de la Arquidiócesis, o a Monseñor Gregorio Rosa Chávez, para presentar la denuncia.
Cura niega acusaciones
En el caso de Juan Francisco Gálvez, el Arzobispo explicó que el expárroco fue separado de sus funciones el pasado 15 de octubre.
Según Escobar Alas, han recibido cinco denuncias por abuso sexual y, al igual que pasó con el padre Delgado, no lo habían hecho público porque estaban en la fase de investigación.
Debido a que los delitos ya fenecieron porque se cometieron hace mucho, no se puede proceder penalmente contra los involucrados, sino sólo en tribunales eclesiásticos.
El Arzobispo Escobar Alas afirmó que enviarán la documentación del caso al Vaticano para que emita sentencia definitiva.
Explicó que las víctimas del padre Gálvez ahora ya son adultas y que habría que indagar más si algún caso no ha prescrito o se ha extinguido aún. Por lo mismo, Escobar Alas exigió a los diputados en la Asamblea Legislativa reformar las leyes para que los delitos de abuso sexual no fenezcan después de diez años (Ver más en nota aparte).
Reveló además que contrario a monseñor Delgado, que admitió su culpa, Gálvez negó todas las acusaciones, pero que había fundamentos suficientes para suspenderle sus facultades eclesiásticas.
A su juicio, tanto Gálvez como Delgado son “culpables” de acuerdo con la investigación preliminar que la Iglesia ha llevado a cabo. Sin embargo, dijo que el proceso del padre Delgado aún no ha terminado, porque investigan si hay más víctimas y ahora sólo tienen una denuncia.
Un equipo de este periódico visitó ayer la parroquia donde ejercía el clérigo, pero la población se mostró hermética. “Yo no soy quién para juzgar”, se limitó a decir una señora, cuando se le preguntó al salir de la misa dominical.
Otros pobladores que conocían al expárroco comentaron que ejerció en la zona por diez años y que era muy allegado a los fieles. No fue posible localizarlo ayer para hablar con el.
Escobar Alas reprochó que se haya especulado que la Iglesia no hizo público el caso de Delgado antes de que visitara al Papa Francisco en el Vaticano, a finales del pasado octubre, como parte de la comitiva que participó de la beatificación de Monseñor Romero.
En este sentido, el prelado explicó que no podían hacer públicos los hechos porque podían afectar la investigación que ya se había iniciado.